¿LA DEUDA SE ACUMULA?

1ª Juan 4:10  En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. 11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. 12  Nadie ha visto jamás a Dios.(A) Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

V.10) En esto consiste el amor: (estí) Consistir es definido como: Ser lo que se expresa; Estar fundado o basarse en lo que se expresa. Según el verbo estí Juan está diciendo: Esto es lo que significa el amor, en esto se basa el amor…

Por supuesto, está hablando del amor agápe, el amor que viene de Dios, el amor desinteresado.

Anteriormente está hablando de la necesidad, la importancia y el mandamiento de amarse unos a otros no de una manera solamente afectiva, filial, sino amarnos con el amor que viene de Dios. Y amarse de esta manera desinteresada, sacrificial, entregada, es una señal de un nuevo nacimiento y de un conocimiento experimental de Dios.

Ahora Juan dice: Este amor demostrado entre unos y otros consiste en esto, significa esto, se basa en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios.

– No (ou), de ninguna manera, ni siquiera, en absoluto (este amor se basa en que nosotros) hayamos amado (agapao) mucho a Dios, de una manera desinteresada, perfecta.

De hecho, el relato de Pedro y Jesús en Jn 21 nos muestra nuestra respuesta natural ante el amor de Dios. Cuando Dios nos ama y nos pide que le amemos de una manera entregada, sacrificial, desinteresada, nosotros lo mucho que podemos hacer es responder a su amor con un amor filial, amistoso, a veces, sujeto a condiciones.

– Sino en que él nos amó a nosotros: Por lo contrario, el amor se basa, significa, consiste en que Dios nos amó (sin que nosotros respondamos a ese amor). Dios fue quien nos amó de una manera sacrificial, entregada.

El amor tiene su origen en Dios, proviene de Dios, haya significado en Dios. Quitemos a Dios y estaremos despojando de significado al amor. Se convertirá en un amor condicional, interesado, defectuoso, egoísta.

Y envió a su Hijo: El amor de Dios no es teórico, es un amor basado en lo que expresa ser: Sacrificio. Dios no nos dice simplemente que nos ama, lo demuestra haciendo una entrega, un sacrificio, un envío (apostélo). Puso a parte a Cristo, lo envió.

Jn 3:16 nos dice lo mismo: De tal manera Dios amó al mundo que entregó… Ef 5:2 también dice: Cristo nos amó, y se entregó…

Así que el amor: 1) Proviene de Dios; 2) Se basa en una entrega, un sacrificio.

– En propiciación por nuestros pecados: (jilasmós) en expiación.

La expiación es la eliminación de la culpa o pecado a través de un tercero. El sujeto culpable queda absuelto de cualquier pena por medio de un objeto, animal u otra persona.

Ahora, tal expiación basada en el sistema Antiguo Testamentario necesitaba sacrificio, la muerte de alguien que pagara con su vida el castigo del culpable. Así que Dios nos demuestra su amor en que antes de que nosotros pudiéramos amarle, Él nos amó entregando a su Hijo a morir por nuestra culpa y librarnos del castigo de nuestro propio pecado.

Exactamente lo que nos dice Pablo en su carta a los Romanos 5:8  Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Muestra su amor (sunistáo) lo exhibe, lo hace resaltar en enviar a morir a su Hijo en nuestro lugar, no cuando le estábamos amando, sino cuando le estábamos ofendiendo.

Ahora, dice por nuestros pecados. La culpa que acarreamos no es la culpa de Adán o Eva, sino nuestra propia culpa. Adán pecó y con ello entró la muerte y el pecado pasó a cada ser humano, pero nosotros decidimos voluntariamente cometer cada pecado contra Dios.

Son nuestros propios pecados los que Cristo vino a quitar con su sangre.

V.11) Amados, si Dios nos ha amado así: Juan se dirige a los creyentes como “amados”, (agapetós) que viene de agapao: el amor que viene de Dios, el amor incondicional. Y se dirige así a los creyentes porque como estamos viendo, somos amados por Dios, hemos recibido el amor de Dios.

 No nos dice que nos amará, sino que nos ha amado. Su amor es presente, es ahora y aún antes de que naciéramos. Es un amor que no está basado en nuestra conducta o respuesta, sino sencillamente, nos ama ocurra lo que ocurra.

– Debemos también nosotros amarnos unos a otros: (ofeílo) estar bajo obligación, deber, deuda, necesidad. Si Dios nos ha amado así, sin condición, sin pedirnos nada, sin esperar nuestra respuesta, entonces nosotros tenemos una deuda, un deber, una obligación, no para con él, sino unos con otros.

Por supuesto Dios espera y manda que le amemos, pero nuestra relación con Dios no sólo es vertical, sino horizontal. Nuestro amor a Dios se demuestra en la manera que amamos a los demás. Por eso, el apóstol Juan nos dice: Debemos, estamos bajo obligación, tenemos la necesidad…

– También nosotros: (kai) así, cuando, de la misma manera.

– Amarnos unos a otros: (agapao) el mismo amor con el que nos ama el Padre, es que debemos. Dios nos ama sin esperar nada a cambio, pero espera que si hemos recibido de gracia, de gracia podamos y debamos dar. (Mt 10:8)

Unos a otros: (alélon) común, mutuo.

Gálatas 5:22 dice que el fruto del Espíritu es amor. Es la evidencia, el resultado de tener el Espíritu, amar. Ro 5:5 dice que por el Espíritu Santo hemos recibido el amor de Dios. Así que si tenemos el Espíritu Santo, tenemos el amor de Dios en nosotros y por lo tanto no tendría que ser difícil dar ese mismo amor que hemos recibido. No darlo, podría ser el resultado o la evidencia de no haberlo recibido.

V.12) Nadie ha visto jamás a Dios: oudeís: ni siquiera uno; ninguno, nada. Pasajes como Jn 5:37; 6:46 nos dice Jesús que nadie jamás ha visto al Padre. Pero también nos dice Jesús que Cristo es la imagen visible del Padre, la manera de ver, de conocer al Padre (Jn 14:7,9)

– Ha visto: dseáomai: está hablando de mirar de cerca, percibir, visitar, contemplar. En el A.T., Dios se revelaba por medio de Teofanías, que eran imágenes humanas que Dios adoptaba para poder hablar con el hombre sin que este muriera como ocurrió con Gedeón (Jc 6:22). En otras ocasiones Dios se manifestaba en medio de una zarza ardiente, una columna de fuego o una montaña ardiente como hizo con Moisés y el pueblo de Israel en el desierto.

Aún el profeta Isaías (Is 6) se creía muerto después de haber visto a Dios (en realidad no le vio, sólo vio parte de su gloria). Moisés pidió ver la gloria de Dios y esto fue lo que recibió como respuesta: Éxo 33:20  Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.

Así que podemos afirmar las palabras de Juan cuando dice: nadie ha visto jamás a Dios.

– Jamás: pópote: palabra gr que significa en cualquier tiempo o en ningún tiempo. Nunca. Y como decimos, Juan no miente, porque aunque hemos citado algunas Teofanías que gente como Abraham, Jacob, Moisés, Josué, Gedeón, los Padres de Sansón o Isaías vieron, en realidad no vieron a Dios, sino una parte de Él o una imagen que Dios adoptaría.

Como hemos citado antes, Jesús es la manera en la que podemos ver a Dios, conocerle y por supuesto también a través del Espíritu Santo.

También nosotros de alguna manera representamos a Dios. Hemos sido creados a su imagen y semejanza (Gn 1:26) y al tener el amor de Dios en nosotros, al Espíritu Santo y la Justicia de Cristo, podemos dar al mundo una buena imagen de quien es Dios. Su carácter, su persona, su amor, paciencia, misericordia, su propósito, etc…

– Si nos amamos unos a otros: Esta frase es una referencia al verso anterior: Si de manera común, mutua, nos amamos con el amor de Dios, con el amor recibido (Ro 5:5)…

– Dios permanece en nosotros: méno: Dios se queda en nosotros, en la relación, perdura, persiste, vive en nosotros. Como decíamos antes, el amor que nos demostramos unos a otros, manifiesta el tipo de relación que tenemos con Dios, condiciona nuestra relación con Dios y su durabilidad o su existencia o inexistencia.

Dios no estará donde no hay amor, o quizá nunca estuvo y por eso no hay amor.

Y su amor se ha perfeccionado en nosotros: teleióo: aquí la palabra a destacar es perfeccionado. Su amor, el amor de Dios, el ágape, se completa, logra, se consuma, cumple su propósito, se hace perfecto en nosotros… si nos amamos unos a otros haciendo que Dios permanezca en nosotros.

Esto habla también de proceso. Es un proceso de perfección, de cumplimiento. En el momento en el que recibimos a Cristo el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo (Ro 5:5), pero ese amor se va perfeccionando, haciendo más completo en la medida que lo demostramos, lo damos a otros. Amar es una práctica debida (Ro 13:8) que va desarrollándose hasta hacerse perfecta, completa.

Un comentario sobre “¿LA DEUDA SE ACUMULA?

  1. Hola, Hola, Hola amado Pastor Rafa: ¿Qué tal vamos toda la familia?Nosotros pues no podemos quejarnos, por ahora guapos y fermosos.Gracias por tu buen trabajo para con tus ovejas sumisas y dóciles.Abrazos virtuales y super Bendiciones del lo Alto.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario