LA ARMADURA DE DIOS ¡¡Tremendo!!

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Efesios 6:13-17  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14  Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15  y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16  Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17  Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 

  • 13) Por tanto… teniendo en cuenta lo anterior. Teniendo en cuenta que tenemos una lucha, que estamos en guerra y esta no es contra personas sino contra toda clase de demonios bien organizados…
  • Tomad: analambáno: tomar hacia arriba, recoger, llevar, recibir.

Se traduce con el verbo recibir en Mar 16:19; Hch 1:2, Hch 1:22; 1Ti 3:16: «fue recibido arriba».

Esto nos puede estar diciendo que es una armadura, como seguidamente indica, que no es nuestra, que no viene de nuestra fuerza, de nuestra capacidad, sino de arriba, del cielo. No es nuestra armadura, es la armadura de Dios y Él la comparte con nosotros.

En el v.11 decía “vestíos” y aquí nos dice ahora, “tómala”, recíbela arriba.

  • Toda la armadura de Dios: esta frase se repite en el v.11 cuando nos manda “vestirnos de toda la armadura de Dios”. Así que sea que nos vistamos o sea que la tomemos, debemos tomarla al completo, toda. No existe cristianismo a medias, no existe tener a Cristo a medias. No podemos expresar “tengo un poco de Cristo”. O lo tenemos o no lo tenemos. O tenemos la armadura de Dios, o la hemos recibido, o no la hemos recibido. Dios no te va a dar un casco de salvación sin darte la Espada del Espíritu. Dios no te dará su Justicia sin darte el Cinto de la Verdad.
  • Armadura: panoplia: esta es la misma armadura que menciona el v.11, la panoplia, el equipo completo utilizado por la infantería pesada entre los griegos. Todas las armas. Algunos quieren usar la Espada de la Palabra, pero no han entendido o recibido ni la Verdad ni la Justicia de Cristo.

 De Dios: Como decíamos en el v.11, no es nuestra armadura, sino de Dios, no viene de nuestras capacidades, sino de Dios. No son armas carnales, humanas, limitadas, naturales, sino espirituales, poderosas en Dios (2Co 10:3).

Y como dice 1Jn 5:4 todo lo que es nacido de Dios, vence al mundo.

  • Para que podáis resistir: Por lo contrario, sin la armadura de Dios no podríamos resistir. Si en algún momento no hemos resistido, quizás estamos desprovistos de esa armadura, no porque Dios no nos la haya entregado, sino porque no la hemos recibido de arriba.

Lc 8:13 nos habla de aquellos cuya Palabra fueron sembradas en piedras. Oyen la Palabra, la reciben incluso con gozo, se emocionan en el altar, incluso asegura que crecen por algún tiempo ¡¡¡GUAU!!! Pero no tienen raíz y en el tiempo de la prueba se apartan.

No pudieron resistir, porque no recibieron la armadura de Dios de arriba. Creyeron, recibieron con gozo, crecieron un poco, pero estaban desprovistos, desnudos espiritualmente y no pudieron resistir.

Sgo 1:12 nos habla de aquel que soporta la tentación, resiste la prueba y lo describe como bienaventurado.

 1Co 10:13 nos dice que no sufriremos ninguna tentación que no sea común al género humano. En otras palabras, que los mismos padecimientos que sufrimos, los sufren otros en otros lugares (1P 5:9). Pero nos asegura que Dios es fiel y que no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podamos aguantar. De hecho, dice que al llegar la tentación, se nos dará una salida para que podamos resistir (NVI).

No está en el deseo de Dios que suframos, que caigamos, y por esta razón nos entrega, nos pide que recibamos de Él, su armadura para que podamos resistir. Si no resistimos, si no soportamos la prueba, no será porque Dios no nos haya capacitado para ello, sino porque no recibimos de arriba toda la panoplia, toda la armadura, todo el equipo completo.

Sin este equipo, no podrás resistir, ni la prueba, ni la tentación ni al diablo, ni al mundo.

  • Para que podáis: dunamai: para que seáis capaces, para que tengáis poder, virtud, capacidad, recursos. Sin toda la armadura, todo este equipo, no seremos capaces, no podremos, no tendremos poder para…
  • Resistir: anthistemi: poner en contra (anti: contra; jistemi: poner en pie). Hacer estar en pie. Indica, enfrentarse, oponerse, resistir.

Así que de tomar de arriba y vestirnos de toda la armadura de Dios la cual es espiritual y poderosa en Dios, depende que ante la prueba, la tentación, el ataque, permanezcamos en pie o derribados. Pr 24:16 siete veces cae el justo, pero vuelve a levantarse… (si está correctamente vestido, capacitado, apoderado de la armadura que viene del cielo, de Dios).

  • En el día malo: poneros: Tiene que ver con trabajo, con esfuerzo doloroso, con un mal que causa labores, dolor, tristeza. Un mal maligno. La misma palabra gr es utilizada en otros contextos para hablar de maldad del corazón (Mt 7:17-18); para hablar de espíritus malvados (Mt 12:45; Hch 19:12-13); para hablar de cosas malas, palabras malas, mentiras, acusaciones, etc., (Mt 5:11).

Esta palabra poneros, el día malo, se traduce como pestilente en Ap 16:2 hablando de una úlcera provocada en tiempos de la gran tribulación.  Se traduce como malvado e implacable en Mt 18:32 hablando de un siervo. De hecho, poneros se utiliza como nombre de Satanás (Mt 13:19).

Así que este día malo para el cual debemos estar vestidos de toda la armadura de Dios, puede venir en forma de maldad humana, de mentiras, de tentaciones, de pruebas, de ataques del diablo. Puede venir del mismo mal de nuestro corazón o del mundo. Pero lo que seguro es que este tipo de mal que vendrá contra nosotros será pestilente, maligno y vendrá con el fin de causar tristeza, dolor, trabajo.

 ¿Nos libra Dios de este día malo? Lc 22:31 nos dice que Satanás pidió (exaitéomai) demandó (como en pleito judicial) poder zarandear a los discípulos (como en el caso de Job).

La respuesta de Jesús fue que había rogado (déomai) suplicado (como obligándose), que la fe de Pedro no faltase, no que no fuese zarandeado (siniazo) apaleado, aventado, cerneado.

No, nos libra de la prueba, pero nos da la capacidad, la armadura, las armas para que podamos estar en pie, firmes, resistiendo, venciendo, En nosotros está el tomarlo o dejarlo, vestirnos o luchar desnudos, luchar con sus armas o con las nuestras. El poder, la capacidad, la victoria está garantizada sólo y exclusivamente si tomamos el consejo de Dios. ¡¡¡Que nadie piense que será fuerte en su propia fuerza, que tendrá victoria por sí mismo, por su fuerza de voluntad, por su capacidad propia o sabiduría!!!

Sal 18:2 asegura que Dios es nuestro escudo y fuerza

Sal 33:16 asegura que no habrá salvación en la multitud de ejército ni escapatoria en el valiente por la mucha fuerza. V.17) Vano para salvarse es el caballo; la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.

Y habiendo acabado todo: katergázomai: habiendo trabajado (o luchado completamente), habiendo logrado o conseguido todo, cada una, de las pruebas, luchas, tentaciones…

Esto también es una garantía, de que así como la prueba viene, se acaba, termina. Así como la tentación llega, la salida ya está dispuesta.

  • Estar firmes: jistemi, se traduce «estando presentes» en Hch 25:18; estar en pie, levantados (Ap 11:11); mantener o guardar (Mr 7:9); Detener (Mt 2:9); se traduce en otros pasajes como comparecer, confirmar (Ro 3:13); también habla de perseverar, quedar, sostener.

Y este es el deseo de Dios. Dios sabe que en el mundo sufriremos aflicción (que significa estrechez, aflicción, angustia, atribular, persecución, tribulación) Jn 16:33. Y por lo tanto nos capacita, nos entrega su propia armadura (Is 11:5; 59:17) para que cuando llegue (que llegará) el día malo, maligno, perverso, sea a través de gente, de espíritus malignos, de nuestra propia naturaleza o del mismo diablo, podamos, seamos capaces, tengamos el poder, de resistir, de estar en pie, levantados, mantenidos, guardados.

Seríamos insensatos si tratáramos de luchar (que lucharemos) con nuestras propias fuerzas, sin depender de Dios, de Cristo, de sus armas, de su armadura, de su capacidad.

El resultado sería catastrófico, de pérdida, de muerte, de lamentación. Caeremos, volveremos atrás, no podremos resistir, no tendremos la fuerza, ni el poder, ni la capacidad de estar en pie.

Por lo tanto… tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y cuando haya acabado todo (porque acabará) el resultado será que estéis firmes, en pie, habiendo permanecido, preservados, guardados, confirmados.

NTV: Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes.  

NVI: para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.  

Versión de la Septuaginta: Por esto, coged la armadura toda de Dios, para que podáis resistir en el día el malo, y de todo en todo consumados alzaros.  

 14) Estad pues firmes: jistemi: Utilizando la misma palabra anterior: presentes, en pie, levantados, guardados, confirmados… dice Pablo, estad pues como indicando que este será el resultado, que es lo que se espera de quien ha tomado toda la armadura de Dios. Pero también indicando la manera en la que estaremos firmes. Porque el verbo anterior era tomad y lo que en adelante indica es… ceñíos, vestíos, calzaos, etc.

Tomar de arriba la armadura de Dios no es algo meramente psicológico, mental, sino que implica una acción, una toma de decisiones, un estilo de vida diario.

  • Ceñidos: perizónnumi: fajar todo alrededor; sujetar el cinturón de uno.
  • Vuestros lomos: osfús: las caderas
  • Con la verdad: aletheia: Se emplea significando la realidad que se encuentra en la base de la apariencia; la esencia y veraz de algo.

Ahora, esta Verdad con la cual debemos ceñirnos, ajustar nuestras caderas como si de un cinturón se tratara, es la misma Verdad con la cual estaba Cristo lleno, lleno de gracia y verdad (Jn 1:14).

Es la misma Verdad que al conocerla nos haría libres (Jn 8:32).

Es la misma Verdad con la cual se define Cristo en Jn 14:6 así que el Cinto de la Verdad no sino Cristo. Lo que Pablo está diciéndonos es que para poder estar firmes contra las asechanzas del diablo, cuando llegue el día malo, tenemos que estar ceñidos, ajustados como si se tratara de un cinturón, de Cristo, con Cristo representado en la Verdad.

  • Vestidos con la coraza de justicia: La palabra vestidos es la misma del v.11. Habla de hundir en un vestido, de investir con ropa o revestir.
  • La coraza es thorax. Denota una coraza o coselete, consistente en dos partes y protegiendo al cuerpo en ambos lados, desde el cuello hasta la cintura.
  • La justicia es dikaiosune: es el carácter o cualidad de ser recto o justo. Se usa para denotar un atributo de Dios (p.ej., Rom 3:5), cuyo contexto muestra que «la justicia de Dios» significa esencialmente lo mismo que su fidelidad, o veracidad, aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas. Rom 3:25-26 habla de su justicia manifestada en la muerte de Cristo, que es suficiente para mostrar a los hombres que Dios ni es indiferente ante el pecado ni lo considera de manera ligera. Al contrario, demuestra aquella cualidad de santidad en él que tiene que hallar su expresión en su condena del pecado.

Así que básicamente lo que Pablo nos está diciendo es que nos vistamos de la Justicia de Cristo, que estemos revestidos de esa Justicia que nos hace aptos ante Dios. Cristo es nuestra Justicia y sin esa Justicia seríamos condenados, no aptos.

  • Calzados: jupodeo: nos habla de atar debajo. Se usa de atar las sandalias (Hch 12:8). Sujetar bajo los pies de uno.
  • Los pies con el apresto: jetoimasía: la preparación.
  • Del evangelio: euanguélion: buen mensaje.
  • De la paz: eirene: de un verbo primario eiro, que significa

NVI: y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.  

NTV: Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados.

Nuestros pies representan el Ir a llevar a cabo la gran comisión de Mt 28:18-20Hch 10:36 también habla del Evangelio de la Paz; Ro 10:15 hablando de la predicación dice: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

El Evangelio, como hemos dicho es la Buena Nueva, de que Cristo es Dios hecho hombre que vino al mundo a salvar a los pecadores. La Paz es el resultado de la Justicia de Cristo, es la Paz entre Dios y los hombres por medio del sacrificio de Cristo. Por eso se le llama el Evangelio de la Paz, porque es lo que causa en aquellos que lo aceptan.

Así que estar calzados con ese evangelio de paz es haber recibido el Evangelio y haber sido puestos en una relación de paz con Dios por medio de Cristo.

  • Sobre todo tomad el escudo de la fe: La palabra tomad es la misma que en el v. 13 y habla de tomar arriba, tomar para uno mismo o recibir.
  • El escudo: thureos: significaba anteriormente una piedra para cerrar la entrada de una cueva; luego, un escudo, grande y oblongo, protegiendo todo el cuerpo del soldado.
  • De la fe: pistos: significa: (a) en el sentido activo, creyente, confiado; (b) en el sentido pasivo, fiable, fiel, de confianza.

Es la fe en Cristo, en la Justicia de Cristo, en la Verdad de Cristo. Las palabras sobre todo indican la importancia de este escudo, de la fe ya que como dice He 11:6 sin fe es imposible agradar a Dios.

Además, es con este escudo de la fe por el cual recibimos la capacidad de apagar todos los dardos de fuego del maligno.

  • Para que podáis: dúnamai: para que seamos capaces, para que se nos haga posible, para que tengamos poder, para apagar esos dardos.
  • Apagar: sbénnumi: tiene que ver con extinguir. Algunos de los escudos de aquella época eran como hemos dicho antes no sólo lo suficiente grandes para proteger todo el cuerpo, sino que estaban cubiertos de tela. Entonces los escudos se empapaban en agua y hacia posible que las flechas de fuego lanzadas por el enemigo se apagaran.
  • Todos Los dardos: belos: Relacionado con balo, Denota un arma arrojadiza como una jabalina, un dardo, una flecha.
  • Del maligno: ponerós: es la palabra que define algo dañino, malo o el mal en sí en efecto o influencia.

Es la misma palabra para describir la llegada del día malo. Así que ese día malo para el cual debemos estar preparados, viene a consecuencia del malo, del maligno.

V.17) Y tomad: decomai: Esta palabra difiere de la palabra tomad anterior. Aquí habla de recibir mediante una recepción deliberada y bien dispuesta de aquello que es ofrecido. Se utiliza para hablar de tomar con la mano, asir, recoger, apoderarse.

  • El yelmo: perikefalaia: palabra compuesta por pere: alrededor y kefale: cabeza. Es la parte de las vestiduras o de la armadura que cubre la cabeza.
  • De la salvación: sotérion: defensor, defensa, salvación.

Cuando hablamos de la salvación, es evidente que hablamos de la obra de Cristo, la salvación por medio de Cristo y esa salvación rodea nuestra cabeza, nuestros pensamientos ya que es el centro de la lucha del enemigo. El enemigo trata por todos los medios de poner en duda nuestra identidad como hijos de Dios, como salvos, cristianos. Y lo hace a través de la acusación (Ap 12:10), a través de la mentira (Jn 8:44), a través de la duda (Mt 4:3; 27:40). Una de las cosas que adoptamos en nuestra nueva naturaleza es la mente de Cristo (1Co 2:16).

  • Y la espada del Espíritu: májaira: cuchillo, puñal, espada corta o daga. En otros pasajes como He 4:16 la Palabra de Dios es comparada con una espada de doble filo. Ap 1:16 hablando de Jesús dice que de su boca salía una espada aguda de dos filos. Lo mismo que en Ap 19:15
  • Del pneúma: Está hablando evidentemente del Espíritu Santo. Esa espada es del Espíritu, le pertenece al Espíritu el cual es Dios, la tercera Persona de la Trinidad.
  • Que es la Palabra de Dios: jréma: no el logos hablando del verbo común, sino de una declaración individual, colectiva o específica. Habla de un asunto o tema específico.

Es la Palabra que dice Pablo que fue inspirada por Dios (2Ti 3:16) pero que también Pedro en 2P 1:21 dice que los hombres que escribieron la Biblia hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo siempre usará la Palabra de Dios para hablarnos. Nunca nos hablará nada que esté en contradicción con su propia Palabra. Sea por medio de sueños, visiones, profecía, todo cuanto nos diga estará en acuerdo con su Palabra.

Es necesaria una buena y correcta relación con el Espíritu Santo así como un buen y correcto conocimiento de las Escrituras.

Cristo mismo venció al tentador en el desierto por el Espíritu y por la Palabra de Dios (Mt 4:1-11).

Colosenses 2:13-15 dice: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15  y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Fue Cristo quien venció a esos principados y potestades con los cuales tenemos lucha. Fue Cristo quien los despojó, quien los exhibió, quien triunfó sobre ellos, quien anuló el acta contraria. Por lo tanto la única manera de vencer a esos enemigos es vistiéndonos de Cristo.  Como decía el v.10 fortaleceos: apoderarse. Como decía el v. 13 Tomad: tomad de arriba, recibir.

Al aceptar a Cristo en nuestra vida y hacerlo parte de todo nuestro ser, estamos aceptando su Verdad, su Justicia, su Evangelio, su Paz o Reconciliación, estamos aceptando su salvación y por supuesto su Palabra. Cuando aceptamos a Cristo recibimos al Espíritu Santo que es Dios y este nos confirma que somos hijos de Dios (Ro 8:16); es el Espíritu el que nos guía a toda la Verdad (Jn 16:13).

Cristo es nuestra armadura, su Justicia, su Verdad, su fe, su salvación, su evangelio, su paz es lo que nos hará estar firmes, en pie en el día malo o contra el malo, es lo que nos hará vencer o apropiarnos de su propia victoria contra toda esa clase de espíritus demoníacos bien organizados.

Por esta razón no se puede estar vestido a medias, o se tiene a Cristo o no se tiene. No podemos tener salvación si su Justicia o su Verdad. No podemos tener paz sin haber recibido el Evangelio, no podemos tener la Espada si no la usamos con el escudo de la fe y por supuesto no podemos tener al Espíritu Santo sin cualquiera de las partes de la armadura. Por esta razón Pablo dice en Ro 13:14 vestíos de Cristo; Por eso Pablo dice en Ef 4:24 que nos vistamos del nuevo hombre creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad; Por eso dice Col 3:12 que nos vistamos como escogidos de Dios o el v.14 que nos vistamos de amor.

Pues como dice Gal 5:4 Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia de Dios.  Está hablando de estar enteramente inmóvil, inútil, inválido. Separados, desligados, abolidos, suprimidos de Cristo y de su gracia, y por lo tanto de la única armadura que nos mantendrá firmes al final de todo.

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