¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO CON LO QUE HEMOS RECIBIDO? Rafa Boix

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INTRODUCCIÓN

En estas últimas semanas Dios nos ha estado hablando sobre la Fe. La Gracia.

– Que por creer y aceptar a Jesucristo nos convertimos en hijos de Dios.

– Que por ser hijos, pasamos a ser herederos de sus promesas.

– Que por ser hijos, Dios está complacido con nosotros.

– Que por ser hijos tenemos autoridad para gobernar sobre las circunstancias, sobre los demonios.

– Que por haber creído en Jesús y ser declarados hijos de Dios podemos acceder a cualquiera de sus promesas y tomarlas para nuestras necesidades.

 ¿En qué nos ayuda esto? A creer y confiar que no es por nuestros esfuerzos que recibimos el favor de Dios y no es por nuestros fracasos que somos menos dignos.

 Ya sabemos que somos hijos, que somos aceptados, que Dios se complace con nosotros, que sin hacer nada, sólo creyendo y recibiendo a Jesús, se nos ha otorgado autoridad, fe, poder, pero ¿Ahora qué? ¿Qué hacemos con todo eso? ¿En qué cambia eso nuestra vida, nuestra manera de vivir la fe? ¿Qué cambio ha producido en nosotros saber estas cosas?

 Mateo 17:20 compara la fe con una semilla de mostaza.

Mateo 13:19 compara la tierra con nuestro corazón.

 Dos macetas iguales con tierra (nuestro corazón), pero sólo una tiene una semilla (la fe) ¿Cómo sabremos cuál de las dos tiene la semilla?

Por el fruto. Lo que sale al exterior. Lo que podemos ver. Las obras.

 Santiago 2:14  Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?

NTV Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?

V.15 Supongamos que a un hermano o a una hermana les falta la ropa y la comida necesarias para el día; (16) si uno de vosotros les dice: “Que os vaya bien; abrigaos y comed cuanto queráis”, pero no les da lo que su cuerpo necesita, ¿de qué les sirve? (17) Así pasa con la fe: por sí sola, es decir, si no se demuestra con hechos, es una cosa muerta. (18) Tal vez alguien dirá: “Tú tienes fe y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos y yo te mostraré mi fe por mis hechos.” (19) Tú crees que hay un solo Dios, y en eso haces bien; pero también los demonios lo creen  tiemblan de miedo. (20)  No seas tonto; reconoce que si la fe no va acompañada de hechos, es una fe inútil. (21)  Dios aceptó como justo a Abraham, nuestro antepasado, por lo que hizo cuando ofreció en sacrificio a su hijo Isaac. (22) Y ya ves que, en el caso de Abraham, su fe se demostró con hechos, y que por sus hechos llegó a ser perfecta su fe. (23) Así se cumplió la Escritura que dice: “Abraham creyó a Dios, y por eso Dios le aceptó como justo”. Y Abraham fue llamado amigo de Dios. (24) Ya veis, pues, que Dios declara justo al hombre también por sus hechos, y no solamente por su fe. (25) Lo mismo pasó con Rahab, la prostituta: Dios la aceptó como justa por sus hechos, porque dio alojamiento a los mensajeros y los ayudó a salir por otro camino. (26)  En resumen: así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos.

 “Las obras no pueden producir salvación, pero la salvación por fe sí produce, debe producir obras.”

Obras: érgon: Trabajar, laborar, esfuerzo u ocupación. Acto, acción, hacer.

 Génesis 1:26-27  y dijo: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio (Ellos reinarán; tendrán poder; autoridad) sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» (27) Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios.

 Parte de la imagen de Dios en el hombre era que el hombre pudiera dominar, reinar, tener poder o autoridad sobre lo creado. Dios no creó al hombre para ser dominado por la enfermedad, por los pensamientos, por la tristeza, vicios, circunstancias y mucho menos por los demonios. Por esta razón al ser reconciliados con Dios por medio de Cristo, la imagen de Dios es restaurada en nosotros y como resultado Cristo nos sienta junto con él en lugares celestiales, un lugar de gobierno.

Tenemos autoridad, poder y domino por medio de la fe en Cristo, pero ¿Qué estamos haciendo con esto?

 ANTE LAS CIRCUNSTANCIAS

MOISÉS

Éxodo 3 y 4 nos relata la historia de cuando Dios se encontró con Moisés para enviarlo a Egipto y liberar al pueblo de Israel que estaba en esclavitud. Pero no lo envía con las manos vacías sino que le da autoridad y poder para hacer milagros por medio de la vara. (¿No le suena esto a lo que ha sucedido con nosotros?)

Éxodo 7 al 11 nos muestra las plagas en Egipto que Dios provocó usando la vida de Moisés.

Moisés ya tiene autoridad, ya ha visto maravillas pero ocurre un incidente que pone a prueba la fe y la autoridad de Moisés. El Mar Rojo.

Tiene una longitud de 2.200 km y una anchura máxima de 335 km (la distancia entre Toledo y Granada en línea recta) Una persona puede recorrer esta distancia en 2 días y 21 horas.

Tiene una profundidad de entre 500 m y 2. 130 metros

Éxodo 14:13-16  Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.  Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Moisés tenía fe. Tenía la seguridad de que Dios podía liberarlos y que los iba a liberar. Y haría lo que nosotros solemos hacer: ¡¡Señor, muéstranos ahora tu poder, libéranos, divide el agua, haz un milagro ahora, que este pueblo vea que tú eres Dios!!

Moisés había conocido a Dios por medio de su madre. Sabía cuál era su misión aún cuando era príncipe de Egipto (Hch 7:25) y creyó que por su propia fuerza, por la autoridad que había recibido de los hombres libertaría al pueblo de Israel.

Dios tiene que permitir este error y hacer que Moisés huya al destierro. Abandonar cualquier título, cualquier fama posición o autoridad dada por el hombre y estar 40 años ejerciendo sólo una autoridad sobre un rebaño de ovejas que ni siquiera eran suyas. ¿Para qué? Para que entendiera algunas cosas:

1) Sus errores no anulan el llamado de Dios con Moisés y lo que quería hacer con él.

2) Que no llevaría a cabo la obra de Dios por medio de su sabiduría, fuerza, habilidades o la autoridad que los hombres le habían dado sino que es en medio de su debilidad y de su aparente derrota que Dios se glorifica y muestra su poder para que en ningún momento a Moisés se le ocurra atribuirse ningún mérito. ¿Es tan diferente a lo que Dios ha hecho con nosotros?

Dios le envía, pero esta vez con una autoridad que viene del cielo. Con una fuerza y un poder sobrenatural, y cuando Moisés se encuentra con el inmenso Mar Rojo ¿Qué hace? Comienza a clamar a Dios que actúe y haga un milagro.

(v.15) Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Dí a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Moisés tenía fe en Dios, pero no en la autoridad que Dios le había dado y por lo tanto no actúa.

Sgo 2:14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?

JOSUÉ

Josué 3 Nos muestra algo similar. Dios había prometido abrir el río Jordán para que el pueblo pasara en seco. Pero el río no se abrió hasta que los pies de los sacerdotes tocaran el agua (hundir, sumergir, zambullirse: Meter debajo del agua con ímpetu o de golpe). Acción.

Sgo 2:14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?

LOS APÓSTOLES

Jesús escogió a los doce apóstoles y les dio autoridad. (Mateo 10:1)

Mateo 10:7-8  Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.

Lucas 10:19  He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

La misma autoridad se nos dio a nosotros. Ya hemos hablado de eso en estas últimas semanas.

Ellos fueron escogidos por Jesús no por sus habilidades o por lo fieles y buenos que eran. Fueron dotados de autoridad, de poder y dominio sobre los demonios, sobre las enfermedades y sobre cualquier otra cosa. Pero una situación difícil probaría la fe de ellos:

Marcos 4:35-41  Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

Ellos hicieron lo mismo que Moisés ante tal circunstancia adversa, y lo mismo que haríamos nosotros, clamaron a Jesús. ¿Cree que Jesús realmente dormía?

Jesús los reprendió por clamar a él porque esperaba que ellos actuaran en fe y pusieran en práctica la autoridad recibida.

¡¡Háblale al problema!! ¡¡Ordena a la situación que cambie!! ¡¡Te he dado autoridad!!

Mateo 17:20 —Ustedes no tienen la fe suficiente —les dijo Jesús —. Les digo la verdad, si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Muévete de aquí hasta allá”, y la montaña se movería. Nada sería imposible.

Lucas 17:5-6 Los apóstoles le dijeron al Señor: —Muéstranos cómo aumentar nuestra fe. El Señor respondió: —Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: “Desarráigate y échate al mar”, ¡y les obedecería!

(Obedecería: aquí habla de autoridad)

La fe es comparada con una semilla porque tiene la capacidad de crecer solamente en el momento en que la plantas. Si no la plantas, la semilla en sí no sirve para nada, es inservible. No produce nada.

Al convertirnos en hijos de Dios por medio de Cristo, hemos recibido autoridad sobre las circunstancias, pero ¿de qué sirve si no tenemos la fe suficiente para ponerla en práctica? ¿De qué sirve tener algo que no usas?

ANTE SATANÁS

Lucas 10:19  He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Stg 4:7  Someteos, pues, a Dios; resistid (pararse en contra) al diablo, y huirá de vosotros.

La historia de Ken

Espíritu de temor debido a muertes prematuras por enfermedades del corazón entre los varones de su familia. El espíritu de temo se apoderaba de él en la noche, paseando o aún en la iglesia y comenzaba a sudar hasta empapar toda su ropa por el miedo.

– Oraba apasionadamente a Dios que le quitara este espíritu de temor sin resultados.

– Un pastor le dijo que tenía que tomar la autoridad y hablarle a su enemigo y ordenarle que le dejara, y el espíritu de temor tenía que obedecer.

– Seis meses después regresó a la oficina del pastor contando que era peor que nunca. Confesó que había ayunado, orado y clamado a Dios apasionadamente por ayuda sin obtener ningún resultado.

– El pastor le recordó: “has recibido una espada (la Palabra de Dios); el enemigo fue despojado por Jesús (Col 2:15); Se te ha otorgado poder, autoridad; Se te ha dado un nombre en el cual se debe doblar toda rodilla; has recibido una armadura, una coraza, un escudo de fe, el casco de la salvación. Isaías 54:17 dice que ningún arma prevalecerá contra ti, que toda lengua que te acuse será refutada. Esta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que procede de Dios. Ken, tú eres quien tiene que repeler los asaltos, quien tiene que dirigirse al enemigo y hablarle.”

Tres semanas después regresó sonriendo de oreja a oreja contando su victoria…

“Iba de camino a la iglesia el domingo en el coche cuando el espíritu comenzó otra vez. Surgió en mí el horrible temor a que en cualquier momento caería muerto por un ataque al corazón. Comencé a sudar y ropa se estaba mojando; pero en lugar de clamar a Dios como siempre había hecho, me harté, y me enfurecí con el diablo. El enojo brotaba en mí y, sin advertencia alguna a mi esposa que estaba a mi lado, di un puñetazo al salpicadero del coche. Ella casi sale despedida por el techo del susto. Yo grité: ¡¡Diablo, hasta aquí. He terminado contigo y con este temor. Entonces comencé a citar en voz fuerte y apasionada lo que la Palabra dice en cuanto a mi vida. Cuando di ese puñetazo y grité ¡Diablo hasta aquí! De repente tuve una visión en mi corazón en la que vi a Jesús en su trono saltando de emoción con sus brazos extendidos hacia arriba gritando ¡Si! Sentí como si Jesús estuviera diciendo: ¡he estado esperando todo este tiempo a que hicieras esto. Estoy muy contento de que finalmente actuases! Ken nunca más volvió a luchar contra la depresión por su temor.” (del libro Implacable de John Bevere)

Efesios 6:12  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Efesios 1:19-21  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;

Cristo está sentado en lugares celestiales sobre todo principado, autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra y si nosotros estamos sentados junto con Cristo en esos lugares celestiales, entonces tenemos autoridad

– sobre todo principado (jefe en orden, tiempo, lugar o rango)

– sobre toda autoridad ¿tiene el diablo o los demonios autoridad? Tu autoridad está muy por encima de la de ellos.

– sobre todo poder (milagroso)

– sobre todo señorío

– sobre todo nombre que se nombra.

 Marcos 5:1 La historia del endemoniado gadareno

– Un hombre:

            – Poseído por una legión de demonios (unos 2000)

            – Vivía alrededor de las tumbas.

            – Nadie podía atarle ni dominarle porque rompía las cadenas y los grilletes.

            – De día y noche iba gritando en los montes y tumbas.

            – Se autolesionaba.

            – Estaba desnudo.

Jesús:

– Cuando salió de la barca y pisó la tierra el endemoniado comenzó a correr hacia Jesús.

– El que no se dejaba dominar, se arrodilló ante Jesús.

– Ahora respondía a la voz de Jesús.

– Rogaba a Jesús. Pedían permiso a Jesús para salir y entrar en los cerdos.

– El que había estado atormentado, estaba libre.

– El que no podía parar de correr, estaba sentado.

– El que estaba desnudo, ahora estaba vestido.

– El que gritaba y se autolesionaba, ahora estaba en su cabal juicio. AUTORIDAD puesta en ACCIÓN. El diablo sabe que tienes autoridad sobre él, y  hará lo posible para que no la utilices.

 Sgo 2:14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?

ANTE EL MANDATO DE ID Y PREDICAR EL EVANGELIO

Mat 5:16 De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.

Las obras o buenas acciones no pueden dar como resultado fe o salvación, pero la salvación, la fe, sí debe producir obras, acciones dignas de un hijo de Dios.

Mat 23:3  Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Creemos que Dios nos amó. Entregó a Jesús por nosotros. Creemos que al creer y aceptarlo nos convertimos en hijos, en herederos. Creemos que se nos ha entregado autoridad, poder y una posición de gobierno… ¿pero no hacemos nada al respecto? ¿Decimos y no hacemos?

Mar 13:34  Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase.

NTV: La venida del Hijo del Hombre puede ilustrarse mediante la historia de un hombre que tenía que emprender un largo viaje. Cuando salió de casa, dio instrucciones a cada uno de sus esclavos sobre el trabajo que debían hacer y le dijo al portero que esperara su regreso.

¿Nos ha dado Jesús instrucciones sobre lo que tenemos que hacer? ¿Nos ha dicho en Isaías 61 que debemos predicar la buena noticia los abatidos, que tenemos que vendar a los quebrantados de corazón, que tenemos que proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad? ¿Nos mandó a hacer la obra de proclamar la buena voluntad de Dios, y el día de su venganza, a consolar a los afligidos, a ordenar que se les de gloria en lugar de ceniza, gozo en lugar de luto, traje de alegría en lugar de espíritu angustiado?

Sgo 2:14 Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?

¿Tienes fe de que eres hijo de Dios? ¿Tienes fe de que eres heredero? ¿Tienes fe de que tienes autoridad, poder? ¿Qué estamos haciendo al respecto? ¿Qué fruto está dando esa fe? ¿Qué acciones, obras estamos realizando como resultado de nuestra fe?

Mat 28:18-20 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. (Ya hemos hablado de que estamos sentados al lado de Jesús, gobernando con la misma autoridad). Por lo tanto (teniendo en cuenta esto), vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».

– El resultado de nuestra reconciliación es que vayamos y reconciliemos al mundo con Dios (2ª Co. 5:18)

– El resultado de que la promesa hecha a Abraham se cumpla en nosotros es que seamos de bendición a todas las familias.

– El resultado de la autoridad y el lugar que se nos ha entregado es que VAYAMOS, HAGAMOS DISCÍPULOS, LOS BAUTICEMOS, Y LES ENSEÑEMOS QUE OBEDECER A DIOS ES HACER LO MISMO.

CONCLUSIÓN

Stg 2:17  Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

NTV: Stg 2:17-20 Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil. Ahora bien, alguien podría argumentar: «Algunas personas tienen fe; otras, buenas acciones». Pero yo les digo: «¿Cómo me mostrarás tu fe si no haces buenas acciones? Yo les mostraré mi fe con mis buenas acciones».  Tú dices tener fe porque crees que hay un solo Dios. ¡Bien hecho! Aun los demonios lo creen y tiemblan aterrorizados.

¡Qué tontería! ¿Acaso no te das cuenta de que la fe sin buenas acciones es inútil?

Somos salvos por fe. Somos hijos por fe. Somos herederos por fe y Dios nos da todas las cosas por la fe, pero esa fe debe llevarnos a las obras, a actuar.

Efe 2:10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

Jesús mismo dijo: Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. (NTV: Debemos llevar a cabo cuanto antes las tareas, las obras, que nos encargó el que nos envió). Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. (Juan 9:4-5)

Mt. 5:14,16 Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones, obras, brillen a la vista de todos, para que alaben a su Padre celestial.

Juan 5:36  Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado.

La fe en Jesucristo, en sus promesas tiene que manifestarse en obras, acciones, en autoridad sobre las circunstancias, sobre el enemigo y en la acción de id y predicar el Evangelio en el poder del Espíritu Santo. ¿Cuántos asumen el reto de comenzar a actuar en base a la fe que han recibido?

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