ENEMIGOS DEL HAMBRE

Motivos para comer despacio: es más saludable y engorda menos

1ª Corintios 6:12  “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.”

INTRODUCCIÓN

Cuando era adolescente, trabajaba en un taller de fabricación de calzado con mi hermano. Aquél día hacíamos turno intensivo y terminamos de trabajar como a las 12 de la noche aprox.

Siempre he sido de buen comer y más cuando era adolescente así que aquella noche llegué a casa con una gran hambre. Quería algo rápido, pero que me apeteciera. Abrí el congelador y saqué todas las bolsas de croquetas y empanadillas congeladas que había. Entre una cosa y otra, como a las 12:30 de la noche o cerca de la Una comencé a comer aquellas croquetas y empanadillas fritas en aceite.

Al terminar de cenar y con el estómago lleno me fui a dormir sin saber lo que me esperaba: Después de un tiempo en la cama, todo comenzó a darme vueltas, las nauseas venían y se iban. Una sensación de vértigo llenó mi cabeza y no podía cerrar los ojos sin sentir que la habitación estaba dando vueltas como una noria. Al poco rato estaba en el hospital recibiendo una inyección con un diagnóstico de Cólico.

Conclusión: ¡¡CUIDADO CON LO QUE COMEMOS!! Era lícito, legítimo que tuviera hambre, pero estaba dando los bocados equivocados en un momento equivocado.

  1. TODO LO BUENO ES DE DIOS
  1. LOS DONES (REGALOS) MATERIALES

Dios nos ha bendecido con una serie de comodidades. ¿Quién está en contra de las comodidades? Podemos considerar como una bendición el tener ciertas cosas. Una televisión, una cama donde dormir, una casa donde vivir, cada cuadro, cada adorno, los pasatiempos, la ciencia, la tecnología, los medios de transporte, el trabajo son recursos que Dios ha puesto a nuestra disposición para que los disfrutemos.

Podemos ver la bendición de Dios también en estas cosas. Gracias a Dios nos ha tocado vivir en un país donde podemos disfrutar de libertad, donde ciertas comodidades son accesibles y están a nuestro alcance, como la ropa, la comida, el salir de compras. Algunos viajaron de otro país hasta aquí buscando estas bendiciones. Esto es lo que son: Bendiciones de Dios.

Dios se deleita en que disfrutemos de lo que Él ha creado y aún de lo que el hombre ha creado para hacernos la vida más fácil y cómoda. Dios no está en contra de la comodidad o de la vida fácil.

¿Cree que el apóstol Pablo no hubiera utilizado el internet, el correo electrónico, el skipe, el teléfono o incluso las redes sociales para predicar el Evangelio? Por supuesto que sí, estoy seguro. ¿Cree que no hubiera utilizado los medios de comunicación para estar informado de las cosas que pasan en el mundo?

No podemos caer en el extremo de llamar a estas cosas “diabólicas” como se dijo de la televisión. Yiye Ávila usó este término para dirigirse a la tv “caja del diablo,” para luego más tarde darse cuenta que beneficioso sería para propagar el Evangelio.

Todas las cosas buenas proceden de Dios. Santiago lo dice con sus propias palabras:

  • Santiago 1:17  “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”

Pablo también se refirió a esto al decir:

  • 1ª Timoteo 4:4-5  “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.”

El salmista aclaró que todo le pertenecía a Dios, todo es suyo.

  • Salmo 24:1 “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.”
  • Colosenses 1:16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”
  • Romanos 11:36  “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.”

A la luz de estos versículos ¿Quién puede decir que las comodidades con las que Dios nos ha bendecido no son buenas?

¿Puedo ver la televisión? 1ª Corintios 10:23  “Todo me es lícito…

¿Puedo dormir una hora más? 1ª Corintios 6:12  “Todas las cosas me son lícitas…

¿Puedo jugar a los videojuegos? ¿Ir al cine? ¿Disfrutar de las cosas que Dios me ha permitido tener? ¿Por qué no?

El placer puede ser definido como una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando un individuo consciente satisface plenamente alguna necesidad: bebidacomida; descanso (sueño); sexo; diversión (entretenimiento); el conocimiento (científico o no científico) o cultura (diferentes tipos de arte); a curiosidad y la necesidad. La naturaleza suele asociar la sensación de placer con algún beneficio para la especie y la Filosofía lo clasifica entre los tipos posibles de felicidad.

¿Es malo el placer? No

¿Está Dios en contra del placer? No. Él nos creó con sentimientos, con emociones y con la capacidad de sentir placer. Sin olvidar que esas emociones o ese placer debe estar dentro del círculo de protección de Dios. La Biblia, lo que Él aprueba. Hay quienes sienten placer en hacer lo malo. Ni todo lo que produce placer es bueno.

El apóstol Pablo lo dijo claramente… “Todo me es lícito” “Todas las cosas me son lícitas” Justas, legales, legítimas, permitidas.

Abraham poseía grandes bienes materiales, Isaac, Jacob también. José estuvo bien posicionado como funcionario del gobierno. David era rey con todas las comodidades que eso conllevaba.

Que las cosas nos vayan bien, es una bendición. Que no tengamos falta de libertad, de salud, de bienes, es una bendición. Pueden haber momentos donde incluso nos parece que el enemigo (el diablo) está de vacaciones, no hay ataques, no hay opresión, todo nos va bien, dentro de lo que cabe.

  • LOS DONES ESPIRITUALES

Si eres cristiano, no tienes que temer al diablo, Él está vencido, está derrotado. Dios nos ha dotado no sólo de cosas buenas materiales, de una comodidad terrenal para que disfrutemos de todo lo que Él ha creado.

Pero también nos ha dotado de “regalos” espirituales, de una abundancia espiritual, fe, seguridad, valor, promesas, dones, autoridad, etc.

No tenemos que andar con miedo o temores, con inseguridad. Cuando las promesas de Dios parecen cumplirse, cuando la economía parece mantenerse, cuando estamos manteniendo una vida espiritual estable, una rutina de oración y lectura de la Palabra. Podemos estar relajados, descansados, en paz.

  • Asistes a una Iglesia con una sana doctrina
  • Participas de la mayoría de las actividades
  • Das con fidelidad tus ofrendas y tus diezmos
  • Ayunas cada cierto tiempo
  • Luchas por mantener tu devoción a Dios a través de una vida de oración sin descuidar leer la Biblia
  • Estás apoyando a la Iglesia, saliendo a evangelizar y trabajando en algún departamento.
  • Además de todo esto, eres ama de casa, o trabajas un montón de horas fuera, has tenido un día completo, los niños, la iglesia, preparar el estudio, la hermana que te llama con necesidad de que la reconfortes, etc.

Llega la noche o la tarde y quién no ha pensado alguna vez: “Yo también tengo derecho a sentarme un rato y ver la tele… a jugar un poco… a dormir toda la mañana ya que hoy es domingo.”

¿Puedo hoy dejar la oración para más tarde y dormir un poco? Claro, “Todo me es lícito… ¿Qué pasa si hoy decido no ir a evangelizar?  “Todas las cosas me son lícitas…

¿Y si hoy no leí la Biblia? Con todo lo que estoy haciendo para Dios, para mi familia, al fin y al cabo, Dios me está bendiciendo, señal de que todo está bien con Él ¿No?

  • Lucas 14:16-20  “Entonces Jesús le dijo: Una Iglesia preparó un evangelismo, o un estudio o un culto especial o una tarde de oración…” “Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.”

¿Qué hay de malo en tener la bendición de comprar unos terrenos o una casa nueva? ¿O en que Dios nos bendiga con unos bueyes nuevos, o un coche? ¿No es suficiente excusa el haberse casado? ¿No es todo esto parte de las bendiciones de las que hemos estado hablando y que Dios aprueba?

Esto nos lleva a nuestro segundo punto…

  1. EL ENEMIGO DEL HAMBRE

John Piper:

El más grande enemigo del hambre por Dios no es un veneno, sino algo apetitoso. No es el banquete de los inicuos que opacan nuestro apetito por el cielo, sino la infinidad de bocadillos en la mesa del mundo. No son los videos censurados, sino los triviales pedacitos escogidos de los mejores programas que cada noche tragamos.

Para todo el mal que Satanás pueda hacer, cuando Dios describe lo que nos aparta de la mesa de banquete de su amor, es un lote de terreno, un yugo de buey, y una esposa (Lucas 14:18/20) El mayor adversario del amor a Dios no son sus enemigos, sino sus propios dones o regalos. Y los apetitos más mortales para envenenar no son el mal, sino  los simples placeres de la tierra. Porque cuando estos reemplazan un apetito por Dios mismo, la idolatría es difícilmente reconocible y casi incurable.

Hay momentos en nuestra vida cuando este tipo de predicaciones, o un versículo, o un momento de oración te lleva a buscar más a Dios y despierta en ti el deseo de más de Él, pero luego… sucede lo inevitable… Marcos 4:18-19  “Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”

“Los placeres de esta vida” y “la codicia de otras cosas” – que no son malas en sí. No son vicios. Son dones de Dios. Ellos son su básica carne y patatas y café, ir al parque, leer, decorar, viajar, invertir, mirar la TV, navegar por Internet, comprar, hacer ejercicio, coleccionar y hablar. Y todos ellos se pueden convertir en mortales sustitutos de Dios.

  • 1ª Corintios 6:12  “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.”
  • 1ª Corintios 10:23  “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” Lícito: “Justo, legítimo, legal, permitido.”

Bueyes, campos y el casamiento pueden mantenerle fuera del reino de los cielos. Por eso Jesús dice: “Nadie puede ser mi discípulo a menos que renuncie a todo lo que posea” (Lucas 14:33) Cualquier cosa puede interponerse en el camino del genuino discipulado – no solamente el mal, no solamente la comida, sino cualquier cosa.

Recuerdo  un cristiano al que cada vez que le preguntábamos por qué no asistía a la iglesia repetía la misma frase: “es que el diablo es muy malo…”

¿Cuántos no han luchado con la idea de ayunar para pasar más tiempo con Dios? ¿Dejar de ver un poco de tele o de ocio para orar un poco más o leer la Biblia? ¿Quién de aquí no lucha casi a diario con las cosas buenas y lícitas pero que se convierten muy a menudo en un exceso? ¿Quién no ha pensado alguna vez que debería orar más o dedicarle más atención a la Biblia o leer algunos libros que incentiven mi hambre por Dios?

¿Cuántos no luchan con el fuerte deseo de mantener tu comunión diaria con el Espíritu Santo? ¿Cuántos desean dejar de contristar al Espíritu Santo pero por alguna razón los apetitos carnales y muchas veces los naturales nos impiden agradarle o darle lo que nos está pidiendo?

¿Se estará equivocando de lucha? ¿Se estará equivocando de enemigo?

  • 1ª Corintios 9:25-27  “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

Tiene que saber en qué dirección correr, en qué dirección golpear y contra que debe de luchar. Y esto nos lleva a nuestro  tercer y último punto…

III. PRODUCIENDO HAMBRE POR DIOS

La palabra “hambre” aparece 155 veces en la Biblia. 27 veces en Génesis y 34 veces en el libro de Jeremías. 125 veces en el A.T., y 30 veces en el N.T.

El hambre es un tema de principio a fin en la Biblia. Comienza en el primer libro (Génesis) y acaba en el último (Apocalipsis)

* Génesis 12:10  y Apocalipsis 18:8 Pero del hambre que te quiero hablar es de HAMBRE POR DIOS.

John Piper “Codicias de otras cosas” – allí está el enemigo. Y la única arma que va a triunfar es una profunda hambre por Dios. La flaqueza de nuestra hambre por Dios, no es porque él sea insípido, sino porque nos mantenemos saturados con “otras cosas”.

Nuestros esfuerzos no deben estar basados en luchar contra los apetitos carnales o naturales. Nuestra lucha no es contra el pecado pues este está vencido si es que hemos muerto con Cristo y resucitado con Él.

Nuestra lucha debe enfocarse en PRODUCIR HAMBRE POR DIOS, EN INTENSIFICAR NUESTRO DESEO POR ÉL.

  • Salmo 63:1-6 “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. Mi alma quedará satisfecha como de un suculento banquete, y con labios jubilosos te alabará mi boca. En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche.”
  • “Yo te busco intensamente” Con afán, madrugando, con ansias, desesperado te busco, te buscaré anhelosamente.

Cuantos no han deseado o desean vivir, experimentar este tipo de búsqueda de Dios. Tener este deseo por Dios, pero ¿Cuál era el secreto de David? ¿No luchaba él con las mismas cosas que nosotros? ¿Cómo podía buscar a Dios con esa intensidad, con esas ansias, desesperación?

“Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.”

  • ¿Cómo está tu hambre por Dios? Aquello por lo que tenemos mayor hambre es lo que adoramos.

¿Qué está causando que no tengas hambre de Dios? ¿Por qué no tienes sed de Dios?

  • Lucas 14:16-18 “Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. Y todos a una comenzaron a excusarse.”

Dios prepara un banquete de abundancia para ti todos los días porque te ama, pero muchos cristianos nunca llegan ni a presentarse al convite, dejan a Dios con su mesa de bendiciones esperando. Otros que sí llegan, tienen tan poco apetito que apenas prueban de lo que Dios ha preparado.

La pregunta de cualquiera de nosotros sería ¿De dónde has estado comiendo para que no tengas hambre?

  • El avivamiento del hambre por Dios
  • Ayunar no era ningún precio a pagar
  • Las cosas legítimas (TV, fútbol, paseos, ocio) dejaron de tener atractivo
  • Nuestra lucha ya no fue contra la carne o el pecado, sino en buscar la manera de pasar más tiempo con Dios. Cada minuto contaba y era suficiente.
  • “Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.”

Este era el secreto del salmista, lo que lo motivaba a tener ese tipo de hambre y sed por Dios, lo que lo llevó a buscar a Dios con tal intensidad. “Había contemplado su poder y su gloria”.

Haber probado la abundancia de Dios, el derramamiento del Espíritu sobre tu vida, haber experimentado la gloriosa presencia de Dios sobre ti, te deja una marca indeleble que te hace exclamar ¿Qué está pasando en mi vida? ¿Qué está produciendo que haya dejado de desear a Dios?

  • Moisés experimentó Dios en el monte de una manera terrible y eso le hizo exclamar en el momento de mayor crisis espiritual: “Te ruego que me muestres tu gloria.” Éx. 33:18
  • El profeta Jeremías inspirado por el Espíritu Santo supo poner letra al clamor del corazón de Israel cuando lo habían perdido todo:Vuélvenos, oh Jehová, a ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio.” Lam. 5:21

(Devuélvenos la Gloria de antaño; haz que nuestra vida sea lo mismo que antes fue)

Nuestro mayor esfuerzo deber centrarse en QUERER DESEAR A DIOS y los apetitos carnales, mundanos o naturales dejarán de cobrar importancia.

David así lo expresaba: (Si) yo te busco intensamente. (Si) mi alma tiene sed de ti;  (Si) todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. (Es porque) Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.”

John Piper: Cuanta más satisfacción experimenta usted de Dios, mientras está en el mundo, más grande se vuelve su deseo por lo que sigue. Como lo dijo C. S. Lewis “Nuestras mejores posesiones son deseos”

Cuanto más profundamente usted camine con Cristo, más hambriento por Cristo se volverá… cuanto más nostálgico se vuelva por el cielo… tanto más usted deseará “toda la llenura de Cristo”… tanto más deseará acabar con el pecado… tanto más usted deseará que retorne el Novio… tanto más deseará que la iglesia reviva y sea purificada con la belleza de Jesús… tanto más usted deseará un gran despertar de la realidad de Dios en la ciudades… tanto más deseará ver la luz del evangelio de la gloria de Cristo penetrar la oscuridad de las gentes inconversas del mundo… tanto más deseará ver los falsos puntos de vista de todo el mundo ceder ante la fuerza de la Verdad… tanto más deseará ver el dolor aliviado y las lágrimas enjugadas y la muerte destruida… tanto más deseará que todo error sea corregido y que la justicia y la gracia de Dios cubran la tierra como las aguas cubren el mar.

Si usted no siente fuertes deseos por la manifestación de la gloria de Dios, no es porque usted ha bebido bastante y está insatisfecho. Es porque usted ha estado comiendo migajas por tanto tiempo de la mesa del mundo. Su alma está rellena de pequeñas cosas, y no hay campo para las grandes.  Dios no le creó para eso. Hay un apetito por Dios. Y puede ser despertado.

CONCLUSIÓN

  • Amós 8:11 “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.”

Esos días han llegado. Dios está deseando derramar un hambre nueva sobre ti, sobre la Iglesia. Pero en gran parte va a depender de ti, ¿Qué estás dispuesto a sacrificar para que ese hambre no te sea robado? ¿Qué disciplina vas a abrazar para intensificar esa hambre por Dios?

Estoy a punto de llevarle a un compromiso y usted va a decidir positiva o negativamente. No es conmigo, nada va a cambiar entre tú y yo tomes la decisión que tomes, pues este asunto es ENTRE TU Y DIOS.

Vamos a hacer un ayuno de 21 días de cosas legítimas, lícitas que nos están robando el tiempo para pasar con Dios.

No se trata del dolor patológico de un masoquista, sino la pasión del amante que busca diciendo “Ciertamente estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús.”

¿Qué estás dispuesto a sacrificar por amor a Dios y por amor a ti mismo?

  • Génesis 22:12  “Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco (ahora se) que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.”

El amor que tienes por Dios por sobre todas las cosas, necesita ser demostrado. Dios lo sabe, pero ¿lo sabes tú? Abraham se tuvo que  dar cuenta hasta que punto estaría dispuesto a llegar por honrar a Dios.

Martyn Lloyd Jones (1889-1981) el pastor de la Capilla de Westminster de Londres, pronunció un gran sermón sobre el ayuno cuando estaba predicando sobre el Sermón de la Montaña en 1959-1960. En el que dijo:

Si verdaderamente consideramos el ayuno, no debemos limitarlo al tema de comida y bebida; el verdadero ayuno debería de consistir en incluir la abstinencia de cualquier cosa que es legítima en sí y para sí por motivo de algún propósito espiritual. Hay muchas funciones corporales que son correctas y normales y perfectamente legítimas, pero que por alguna razón peculiar en ciertas circunstancias debería de ser controladas. Eso es ayunar.                                                                                                 – 21 días donde lo legítimo quedará crucificado, enterrado para que Dios pueda declarar sobre ti: “Ahora sé que me deseas, que me amas… por cuanto no me rehusaste…”

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