Efesios 6:18-20

Efesios 6:18-20 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19  y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20  por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar. 

Como parte de esta armadura, Pablo menciona la oración y la súplica en tres contextos: en todo tiempo, en el Espíritu, y con toda perseverancia.

  • Orando: proseucomai: Se utiliza siempre de oración a Dios, y es el término más frecuente que se utiliza para ello, especialmente en los Sinópticos y en Hechos. Aparece 82 veces en el NT. En alguna ocasión como en 1Co 14:13 se traduce como pedir.
  • En todo tiempo: la palabra para todo es “pas” y se refiere a todo en absoluto, siempre. Y la palabra tiempo se traduce del gr como “kairós,” y está hablando de tiempo fijo o apropiado, una oportunidad y no del tiempo en general.

El comentarista Jamieson lo traduce como “toda estación”; dando a entender cuando se presente la oportunidad y cuando haya exigencia.

Así que en realidad Pablo no nos está queriendo decir que en cada minuto debemos estar orando, sino más bien, como dice Ec 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Pues en cada una de las actividades, cada una de las cosas que hagamos, las hagamos con oración. Esto tiene sentido cuanto entendemos que todo lo que hacemos, lo hacemos como para el Señor (Col 3:23), porque si es para Él, será interesante preguntarle primero o buscar su dirección.

También puede significar como apunta Jamieson, que en cada momento donde se requiera orar, que oremos, que aprovechemos la oportunidad o la exigencia.

  • Con toda oración: una vez más usa la palabra “pas” para decir siempre o toda en absoluto. Pero la oración que aquí menciona no es exactamente la misma que la anterior. En esta ocasión Pablo nos insta a no sólo orar o pedir en cada acción que hagamos u oportunidad que tengamos, sino que además lo hagamos con toda proseuque: que habla de oración ferviente. 1Co 7:5 utiliza esta palabra para decir ocuparos sosegadamente en la oración; Col 4:12 la acompaña con la palabra encarecidamente; Sgo 5:17 hablando del profeta Elías dice que oró fervientemente.

  • Y súplica: deesis: en el NT se dirige siempre a Dios y se traduce principalmente “oración”. En Hch 1:14 se traduce como “ruego”. En Filp 1:4 como “rogando”. 1ª Ti 2:1 lo traduce como “rogativas”.

Según McArthur Este versículo introduce el carácter general de la vida de oración de un creyente: 1) “toda oración y súplica” llama la atención sobre su variedad, 2) “en todo tiempo” se enfoca en la frecuencia necesaria (Rom 12:12; Flp 4:6; 1Ts 5:17)

Según Hugo Grocio, jurista, escritor y poeta del siglo XVI “la primera clase de oración se usa para obtener bendiciones, la segunda, para evitar los males que tememos.”

  • En el Espíritu: Ya sea que oremos, que oremos fervientemente o que supliquemos, debemos hacerlo, no sólo en cada oportunidad que tengamos, o en cada acción que vayamos a realizar, sino que además debemos hacerlo en el Espíritu.

La NTV lo traduce como Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión y la NVI como Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos.

Según McArthur, “en el Espíritu” subraya el aspecto de la sumisión necesaria para alinearnos con la voluntad de Dios (Rom 8:26-27).

Jamieson dice que al decir  “en el Espíritu” —Esta frase debe unirse a “orando”. Es él en nosotros, como el Espíritu de adopción, quien ora, y nos capacita para orar (Rom 8:15, Rom 8:26; Gal 4:6; Jud 1:20).

La palabra “en” denota posición fija en lugar, tiempo o estado. Y por implicación denota una instrumentalidad.

Como anota Jamieson, es dejarse guiar por el Espíritu, es orar bajo su dirección. Es pedirle dirección antes de orar, pedirle revelación incluso, su guía para orar con eficacia.

La oración en sí es poderosa, pero cuando el Espíritu intercede por nosotros o con nosotros la oración se volverá realmente eficaz porque nos llevará a orar conforme a la voluntad de Dios.

Si no oramos en el Espíritu ¿podemos orar en la carne? ¿Bajo nuestras propias suposiciones? ¿Guiados por nuestros propios deseos?

McDonald: La oración no es mencionada como parte de la armadura, pero no exageraremos su importancia si decimos que es la atmósfera en la que el soldado ha de vivir y respirar.

No estoy de acuerdo en parte. Creo que la oración es parte vital de la armadura. Pues entendiendo que la armadura representa a Cristo y estamos vestido de Cristo, también necesitamos una constante dependencia de El por medio de la oración, además de la comunión que logramos orando.

  • Velando en ello (en la oración y en la súplica en el Espíritu): velar se traduce del gr agrupneo: estar sin dormir (agreuo: cazar y jupnos: sueño). Se emplea metafóricamente de estar vigilante, velar (Mr 13:33; Lc 21:36; Ef 6:18; He 13:17). Este término no expresa solo el hecho de estar en vela, sino la actitud vigilante de aquellos que están dedicados a algo.

Tanto la NTV como la NVI lo traducen como manténganse alerta.

  • Con toda perseverancia: proskartéresis: McArthur dice que esto recalca la actitud correcta de persistencia (Lc 11:9; 18:7-8).
  • Y súplica por todos los santos: La NTV: Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes.

Esta súplica es la misma que la anterior: ruego, rogativas. Pero esta súplica es por todos los santos, por todos los creyentes, los que han sido santificados, los hijos de Dios, nacidos de nuevo.

Teniendo en cuenta la lucha en la que nos vemos sumergidos y que no sólo nosotros sino nuestros hermanos tendrán que atravesar “el día malo”, debemos orar, llevar un estilo de vida de oración en cada cosa que hagamos por nosotros mismos, suplicando ser guardados de la tentación, de flaquear, del pecado, guiados por el Espíritu y aún más cuando nos sintamos débiles debido a la lucha. Es entonces, en nuestra debilidad cuando el Espíritu nos hace ser fuertes, porque no dependemos de nosotros sino de Él. Pero no sólo por nosotros, sino que debemos entrar en intercesión suplicante por la lucha que nuestros hermanos en Cristo puedan estar atravesando, pues como dice 1 P 5:9 los mismos padecimientos los sufren nuestros hermanos por todo el mundo.

Cuando oramos y suplicamos en el Espíritu, muy comúnmente seremos llevados a orar e interceder por otros.

V.19) y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio:

El apóstol Pablo pide que no sólo oremos por nosotros, por otros hermanos, sino también pide intercesión por él mismo. Esto denota dependencia del cuerpo. Esto nos muestra que Pablo no era un “Llanero solitario”.

Es bueno y necesario depender unos de otros, pedir oración cuando sea necesario.

También denota humildad, necesidad del Cuerpo, necesidad de Dios.

  • Abrir mi boca: Abrir nuestra boca es necesario para dar a conocer el Evangelio pues como Pablo mismo escribía a los Romanos ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Ro 10:14

Cuando Pablo dice abrir mi boca, está dando a entender, con el propósito de predicar. Esto nos habla de su disposición para predicar. Pablo estaba dispuesto, tenía claro su llamamiento, su vocación, su comisión como discípulo de Cristo.

Cada uno de nosotros deberíamos tener esa disposición, todos y cada uno de nosotros deberemos abrir nuestra boca  en un momento u otro, como dice Pedro  sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” 1 P 3:15

Nadie dudaría de la capacidad de Pablo para predicar el Evangelio acompañado de señales y prodigios, pero el hecho de que pida oración para poder predicar con denuedo muestra su humildad y que no se apoyaba en su propia capacidad sino en los recursos que vienen de Dios.

Blaikie comenta: Observemos esta idea tan ajena al sacerdocio! Lejos de que Pablo tuviese un depósito de gracia para todos los efesios, él necesitaba de sus oraciones, para poder recibir la gracia necesaria del uno y único depósito viviente. [( Efe_6:19 ) Blaikie, «Ephesians», XLVI:260.]

Cada predicador, cada evangelista, maestro, etc., debería tener esta actitud de pedir oración por el ministerio que desarrolla con este mismo fin de Pablo:

  • Me sea dada palabra: Esto muestra una vez más de donde venían los recursos de Pablo. No de su propio conocimiento (que lo tenía), no de sus capacidades naturales (que también las tenía) sino de Dios. Entendía la importancia de que Dios le diera Palabra.

Evidentemente no tenía el NT escrito o la Biblia al completo como la tenemos nosotros, pero sí tenía el AT además de las enseñanzas sobre la vida de Jesús que pudo oír o leer de los mismos apóstoles. No obstante era importante para Pablo recibir de Dios la Palabra, la revelación, la Palabra adecuada.

Creemos que toda la Escritura es Palabra de Dios, es inspirada por el Espíritu Santo y es la revelación completa de Jesucristo. Predicar cualquier parte de las Escrituras dentro del contexto adecuado daría su fruto, pero también es importante escuchar a Dios y recibir la Palabra adecuada para el momento adecuado para las personas o iglesia adecuada. Pr 15:23 Y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!

Jamieson comenta: La claridad de lenguaje era tanto más necesaria, ya que el evangelio es un “misterio” indiscernible para el mero raciocinio, y sólo es conocido por medio de la revelación. Pablo esperaba que le sería dada facilidad de expresión; no dependía de su poder natural o adquirido. El camino más corto para llegar al corazón de cualquiera es por vía del cielo; oremos a Dios para que nos abra el camino y abra nuestra boca, para que podamos aprovechar toda oportunidad. (Jer_1:7-8; Eze_3:8-9, Eze_3:11; 2Co_4:13)

  • Para dar a conocer con denuedo: No sólo es suficiente dar a conocer, sino que es necesario dar a conocer con denuedo. No podemos conformarnos con hacer la obra de evangelización, o con enseñar a nuestros niños, o a la iglesia o dar el discipulado, debemos hacerlo con denuedo.

Denuedo: parresía: es una palabra gr que también se traduce en otros contextos como seguridad, públicamente, abiertamente, claramente, confiadamente, franqueza o libertad.

Así que Pablo en una actitud de humildad reconociendo su necesidad de que los recursos del cielo vengan sobre él, pide a los creyentes que oren por él, para que no haga uso solamente de sus propios recursos, de su propia preparación o sus propios conocimientos, sino que sea Dios mismo el que le dé la Palabra adecuada con el propósito de dar a conocer el Evangelio de una manera abierta, pública, franca con total seguridad, franqueza o libertad.

En muchas ocasiones nos vemos retraídos, con dificultades para predicar, para exponer el mensaje del Evangelio sea en la calle o desde un púlpito. ¿No será que estamos confiando en nosotros mismos? ¿No será que carecemos de ese denuedo? Debemos pedir sin dudar oración para:

  • Recibir la Palabra que viene del cielo
  • Para que esa Palabra venga acompañada de denuedo, libertad, seguridad.

McArthur: Pablo no pide oración por su bienestar personal o su holgura física mientras estuviera en la cárcel donde escribía la carta, sino para que tuviera denuedo y fidelidad para continuar la proclamación del evangelio a los no salvos sin importar el costo.

  • El misterio del Evangelio: mustérion: viene de un derivado de la palabra gr múo que significa cerrar la boca, o secreto. Mediante la idea de silencio impuesto por iniciación en ritos religiosos. Es a lo que apuntaba Jamieson en su comentario anterior.

El misterio al que se refiere es el mismo al que Pablo se refirió anteriormente otras veces. Aparece concretamente en Ef 3:1-12 y específicamente en el verso 6 dice referente al misterio: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio.

No era fácil para un judío recibir el hecho de que los gentiles también podrían ser coherederos y miembros del mismo cuerpo y copartícipes de la promesa hecha a Abraham. Tampoco era fácil para un gentil recibir tal mensaje. Por eso Pablo pedía revelación del cielo, la Palabra adecuada acompañada de denuedo.

  1. 20) Por el cual soy embajador en cadenas: Era por este misterio que Pablo se consideraba o había sido hecho embajador. Palabra que se deriva del gr presbeúo y significa ser un anciano, o el más anciano, anterior en nacimiento o edad, actuar como un representante.

Pablo en 2Co 5:20 nos dice que también nosotros somos embajadores y tenemos el mensaje de la reconciliación. Somos representantes de Dios. Por esto dice en este pasaje: Como si Dios rogase por nosotros, ¡reconciliaos con Dios!

Pero cuando pensamos en un embajador posiblemente nos viene a la mente los embajadores políticos de nuestro país o cualquier otro país. Hombres y mujeres que visten bien, comen bien, van en buenos coches y en avión de país en país representando a su nación y donde van son bien acogidos.

Pero no es el tipo de embajador al que se refiere Pablo. Tampoco se acerca para nada al tipo de embajadores cristianos que ciertos ministerios emergentes pretenden mostrarnos.

Este tipo de ministerios emergentes de hoy día han tomado el ejemplo de estos embajadores políticos y con la premisa de que somos hijos de Dios, pretenden hacernos creer que merecemos disfrutar de la más alta calidad de vida posible.

Nadie dudaría en ningún momento el ministerio de Pablo, su mensaje, su fruto, las señales que le acompañaban, y sin embargo su identidad de embajador era completamente distinta a la de estos ministerios de hoy en día. Pablo era un embajador en cadenas.

Jalusis: Está hablando de una cadena o ligazón para atar el cuerpo, o cualquier parte de él. Se usa en Mc 5:3-4; Lc 8:29; Hch 12:6-7; 21:33; 28:20; Ef 6:20; 2Ti 1:16 y Ap 20:1

Algunos eruditos lo interpretan como no estar desatado y otros como retener.

Algunos podrían decir que Pablo no hablaba literalmente de cadenas, pero el contexto en el que escribía (desde la cárcel) era más que evidente que sí.

No es que ser creyente nos deba si o si llevara a estar encadenados o en una prisión, pero lo que Pablo trata de decir es que, es el precio que él ha pagado para ser este tipo de embajador. O que estar encadenado, en prisión, sin libertad aparente, golpeado, desechado del mundo, no minimiza nuestro llamado como embajadores.

  • Que con denuedo hable de él como debo de hablar: La palabra denuedo aquí es algo distinta al denuedo que pedía en oración anteriormente.

El denuedo anterior era en gr parresía y aquí está hablando de parresiázomai: ser franco en palabra o confiado en espíritu y presencia. Hablar con confianza, denodadamente, valerosamente.

Esto es parte de su petición para aquellos que orarían por él: que con denuedo, que con confianza, valentía hable como debo de hablar.

  • Hable de él: La idea, el propósito era hablar de Él, de Cristo, de su vida, de su mensaje, de su salvación, de su Evangelio. No de la iglesia, no de religión, y mucho menos del propio ministerio de Pablo, sino de Cristo. Como Felipe en Hch 8:5 que dice que en Samaria, predicaba a Cristo.
  • Como debo de hablar: la palabra deber viene del gr dei y se traduce también como necesario, obligatorio, conveniente, preciso.

Hablar viene del gr laléo y está relacionado con pronunciar, anunciar, dar a conocer, contar, decir, emitir, expresar, juzgar o incluso predicar.

Conclusión

Pablo, hablando y enseñando sobre la lucha en la que cada cristiano se ve involucrado, una lucha espiritual contra toda clase de demonios bien jerarquizados, nos habla no sólo de las partes de la armadura la cual representa a Cristo y con la cual debemos estar vestidos para permanecer firmes. Sino que también nos habla como parte de esa lucha, de la oración.

  • Oración primeramente por nosotros mismos acompañada de súplica. Pero sea que oremos o supliquemos, debemos hacerlo en el momento oportuno y guiados por el Espíritu Santo.
  • Parte de la victoria en esta lucha espiritual es el orar con intercesión por los demás cristianos y hacerlo no una vez puntualmente, sino con toda perseverancia y súplica.
  • Por último Pablo pide oración por él representando a cualquiera de los ministerios de nuestra iglesia local o misioneros que estamos apoyando con el propósito de:
  1. Reciban la Palabra adecuada para el momento adecuado.
  2. Reciban denuedo para que esa Palabra sea efectiva.
  3. Reciban denuedo, valentía y no duden de la identidad de embajador de Cristo aún cuando el precio sea estar encadenado o encarcelado.
  4. Que hablen de Cristo, que el mensaje sea Cristocéntrico.

Como apunta la Biblia Plenitud: El objetivo de toda batalla espiritual es, en última instancia, el abrir todas las puertas (Col_4:3; 1Co_16:9) para que el ministerio del evangelio pueda ser llevado adelante.

 

 

 

 

 

 

 

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