Todo organismo vivo tiene la capacidad de crecer o desarrollararse cuando se le alimenta. Cuando alimentamos algo, crece, crece.
¿Sientes que tu vida de Oración no es lo que debería ser? Alimentala, haz crecer la oración en ti. Lee sobre la oración, juntate con personas que oran, y por supuesto, ora, de día y de noche, por la tarde y en la mañana. Alimenta la oración y crecerá.
¿Sientes que deberías tener más lectura bíblica? Alimenta tu hambre por la Biblia. Asiste a estudios bíblicos, juntate con personas apasionadas por la Biblia, y por supuesto lee la Biblia. Usa subrralladores, estudios, diccionarios. Alimenta tu lectura de la Biblia.
Lo mismo ocurre con cada asunto de nuestra vida. El congregarse, el servicio, la familia, todo crece en la medida que lo alimentas.
Da el primer paso, comienza poco a poco, pero no te quedes parado y comienza a crecer.
Esperanza Presente 