Efesios 4:1-3

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Efesios 4:1-3 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 

En el capítulo 4 llegamos a una interrupción de lo que hasta ahora estábamos viendo. Los capítulos 1 al 3 nos hablaban del llamamiento del cristiano, de lo que la gracia ha hecho en aquellos que la han recibido. Los tres capítulos restantes nos hablan de la necesidad de andar como es digno de ese llamamiento, de esa gracia.

La gracia que hemos recibido, entendido, ahora demanda una conducta como es digna. Demanda que ya no vivamos como cuando no la habíamos conocido. El entendimiento de esa gracia, tiene que conllevar una serie de cambios en nuestras vidas, un fruto.

Si hemos entendido que la gracia atribuye la santidad de Dios al creyente, si hemos entendido lo que significa ser aceptados, adoptados con derecho a herencia, lo que significa estar sentados con Cristo o ser hechos a partir del modelo de Cristo, si lo hemos entendido, esto demanda a partir de ahora una conducta distinta, sin excusas a partir de ahora.

Los capítulos 1:1-23; 2:1-11; 3:1-21nos han hablado y hecho entender la posición en los lugares celestiales y ahora los siguientes capítulos nos hablarán de la iglesia local, del hogar, de la sociedad, de la importancia de la unidad, de la pureza, de la armonía en el hogar y de la importancia de perseverar, permanecer en pie en medio de las luchas que vendrán.

  • Yo pues preso en el Señor: désmios: cautivo, prisionero, como atado.

Según McDonald, por segunda vez Pablo se refiere a sí mismo como preso, pero esta vez como preso en el Señor.

Teodoreto comenta que lo que el mundo consideraba como ignominia, él lo considera como el más alto honor, y se gloría en sus cadenas por Cristo, más que un rey en su diadema.

Según McArthur, al decir Pablo “yo pues…” está marcando la transición de doctrina a deber, de principio a práctica, de posición a conducta, confirmando así lo que anteriormente decíamos. Esta es según McArthur, la metodología de Pablo como vemos en Ro 12:1; Gal 5:1; Filp 2:1; Col 3:5; 1 Ts 4:1

Según Jamieson, la traducción podría ser algo como “Os ruego, pues viendo que tal es vuestra vocación de gracia, yo preso en el Señor, es decir, encarcelado por la causa del Señor.”

Así lo traduce la NVI al decir “Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor.”

Pablo está diciendo que por esa gracia él está preso, por haber entendido es misterio revelado, esa gracia otorgada, él ha estado dispuesto a ser apresado. Y es que cualquiera que llegue a entender la gracia recibida, estará dispuesto a ser apresado y a ser un testigo – mártir de Cristo.

Por otro lado, el creyente que no responde a esa gracia, que no se compromete, que no es capaz de ver la necesidad, que no adora, que no sirve, realmente no ha entendido nada pues la gracia no deja a nadie apático.

La NTV lo confirma al traducirlo así  <<Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor.>>

Por esta razón una vez reiteramos que aquel que sólo lee las Escrituras sin un entendimiento, quedará sin fruto, sin cambios. Por eso Ro 12:2 nos alienta a buscar ese entendimiento que hará que seamos transformados.  Aquel que ha entendido la gracia a entendido que su vida le pertenece a Cristo, y su muerte también. Aquel que como Pablo llega a una comprensión del amor de Cristo, estará dispuesto a ser encarcelado, a ser preso por el Señor, por su obra, por esa gracia. De otra manera, la falta de entendimiento hará que nuestras vidas continúen igual, sin cambios, sin decisiones que tomar, sin riesgos, sin obras, sin fruto.

  • Os ruego: parakaléo: Pablo usa esta palabra griega para hablar de llamar cerca, invitar, invocar por medio de una imploración o exhortacion. Es una palabra que también abarca la oración, el ruego, el alentar, amonestar, confortar o animar así como la exhortación y la exigencia.

Teniendo en cuenta que hemos entendido esa gracia otorgada, yo estoy dispuesto a estar preso y de hecho lo estoy, pero en cuanto a vosotros, os ruego, os animo, os exijo, os imploro…

Es lo único que puede hacer aquel que ha entendido la gracia, rogar por la iglesia. El ruego es como un intento desesperado de hacer entender, es un deseo vehemente de que otros vivan, reciban, vean lo que Pablo fue capaz de ver y por lo tanto, vivan de acuerdo a ello.

Que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados:

  • Que andéis: usando el verbo gr peripatéo Pablo habla de proceder, conducirse, caminar, ocuparse.
  • Comos es digno: axios, como es propio o de una manera apropiada.

Esta es una frase repetida por Pablo en varias ocasiones como en Ro 16:2; Ef 4:1; Filp 1:27; Col 1:10; 1 Tes 2:12;  e incluso el apóstol Juan menciona esta palabra para hablar de lo mismo en 3 Jn 1:6

Como diría McDonald, como quien había sido encarcelado como resultado de su fidelidad y obediencia al Señor, Pablo exhorta a sus lectores a andar como es digno de su vocación. No manda ni dirige. Con ternura y benignidad los llama en el lenguaje de la gracia… y añado yo, a responder positivamente a esa gracia como él lo ha hecho.

Siete veces aparece la palabra andar en Efesios: 2:2; 2:10; 4:1; 4:17; 5:2; 5:8; 5:15 y está hablando de una conducta.

  • De la vocación: de la klésis, de la invitación, del llamado que habéis recibido.
  • Con que fuisteis llamados: aunque la palabra vocación tiene que ver con llamado, no obstante la palabra llamado aquí viene de otra palabra parecida kaléo que habla de llamar, de convidar, poner por nombre o sobrenombre.

No podemos andar de otra manera, si en verdad hemos entendido el mensaje de los tres capítulos anteriores. Este entendimiento nos hará andar, vivir, conducirnos, actuar, de una manera propia a esa gracia recibida, a esa capacidad, a esa invitación.

No está hablando de una conducta autoimpuesta sino más bien de que esa misma gracia nos capacita para vivir de la manera adecuada. Recibimos la gracia que nos cambia y esa misma gracia nos lleva a vivir de la manera que se espera de nosotros.

El creyente falla cuando al recibir la gracia ve la vida Cristiana como una tarea por realizar, una serie de mandamientos que cumplir. Ha habido una falta de entendimiento. No podemos andar como es digno de ese llamamamiento, de esa gracia, si primeramente no la hemos recibido. No se espera de alguien que no ha recibido la gracia que viva de acuerdo a ella, pero aquellos que no solo la han recibido, sino que la han entendido, se espera de ellos que vivan de acuerdo a ello, porque esa misma gracia los capacita para vivir así.

La prueba de que ustedes han entendido la gracia otorgada, es que vivirán de acuerdo a ella. Volvemos a la parabola del sembrador: La que cayó en buena tierra fue quien la recibió, la entendió y dio fruto. Las tres semillas anteriores no dieron fruto aún habiendolas recibido incluso con gozo por una falta de entendimiento.

Sus mandamientos no son gravosos decía Juan (1 Jn 5:3) barús: duros, pesados. Pero por esta misma razón, porque junto con el mandamiento se nos otorga una gracia capacitadora, de otra manera jamás se nos pediría algo que no pudiéramos llevar a cabo.

Así que Pablo poniéndose como ejemplo, nos llama a vivir de acuerdo a esa gracia otorgada como una muestra de que realmente la hemos recibido y entendido.

No hay nada más frustrante para un apóstol, para un maestro, un pastor que ver a creyentes que no viven como creyentes. Porque no es algo normal, no es lógico.

V.2) Con toda humildad: Teniendo en cuenta de que esa gracia ha venido a nosotros como por una invitación, un llamado, un regalo de Dios, Pablo nos llama a vivir esa gracia con tapeinofrosúne, con humildad, con modestia, con humillación de mente.

En normal que Pablo apele a la humildad cuando entendemos que la gracia nos capacita para vivir vidas extraordinarias, vidas libres de pecados, de ataduras, de engaños mentales. Cuando el creyente entiende la gracia vive una vida sobrenatural, una vida llena de emoción de entusiasmo, de poder y por lo tanto Pablo dice, reciban esto con humildad.  Ante todo porque no es algo que ustedes se hayan ganado, sino que lo han recibido por invitación.

Y mansedumbre: praótes, gentileza. Se define como docilidad y suavidad que se muestra en el carácter o se manifiesta en el trato.

Hay quienes viven vidas aparentemente extraordinarias, pero con un falta de humildad y de mansedumbre siendo estas dos características principales de un encuentro con Jesús como indica Mt 11:29 aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.

Alguien que realmente ha conocido a Cristo y ha recibido su gracia no puede vivir de otra manera sino humildemente y con mansedumbre.

Soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor: aquí la palabra soportar viene del gr anéjomai y habla de sostenerse uno mismo en contra de… habla de soportar, de aguantar, de padecer, sufrir y tolerar.

Pablo está rogando que aquellos que hemos entendido la gracia, andemos, vivamos de esta manera, sosteniéndonos unos a otros, aguantándonos, tolerándonos.

No hay otra manera de ver, de vivir la gracia, sino, no es gracia, no se ha recibido nada.

Con paciencia: con makrodsumía, con longanimidad, soporte aguante, clemencia.

Vuelvo a reiterar, no hay otra manera de vivir la gracia. Aquel que no anda, que no actúa conforme al llamamiento, que no actúa con mansedumbre, con paciencia, con humildad, con clemencia hacia otros, con tolerancia, sin chisme, sin juicio, sin pleitos, realmente no ha entendido nada y no ha recibido nada.

El amor es la clave, el condimento principal de todo esto, de la gracia, de la conducta, del llamamiento.

Como nos indica 1 Jn 3 hablando de las evidencias claras y contundentes de un verdadero nuevo nacimiento y por lo contrario de las evidencias claras de alguien que aún pertenece a satanás.

V.3 Solícitos: Pablo usa la palabra spoudázo para hablar de usar velocidad, hacer esfuerzo, ser pronto, ferviente, procurar con diligencia.

¿En qué debemos ser rápidos, esforzados, diligentes y fervientes? En guardar la unidad del Espíritu…

Guardar: teréo: vigilar, guardar de pérdida o daño, mantener el ojo sobre. Habla de custodiar, de conserver, de reservar.

La unidad: jenotés: Unidad.

Como dice McDonald: El Espíritu Santo ha hecho de todos los creyentes uno en Cristo; el Cuerpo es habitado por un Espíritu.

Si la unidad es del Espíritu, con mayor razón debemos esforzarnos, ser fervientes en guardarla, en mantener el ojo, en vigilar. No es algo ligero, sino que se espera de nosotros un acto premeditado, a conciencia.

Y esto también entra dentro de andar como es digno del llamamiento recibido, de la gracia.

La falta de unidad, los pleitos, las envidias, chismes, etc, son obras de la carne practicados por aquellos que no herederán el reino de Dios.

En el vínculo de la paz: súndesmos: habla de lazo conjunto, ligamento, principio unificador, prisión. Paz se traduce como eirene: y esta viene del verbo primario eiro, unir, paz.

Así que resumimos la petición de Pablo, su ruego. En otras ocasiones había orado para que fuésemos capaces de entender esa gracia. En esta ocasión no ora, ruega para que vivamos de acuerdo a esa gracia, y expone:

  • Vivir como es digno
  • Con humildad
  • Con mansedumbre
  • Soportándonos
  • Con paciencia
  • Haciendo un esfuerzo ferviente de guardar, custodiar la unidad que no es nuestra sino del Espíritu, producida por el Espíritu
  • Estando vinculados, enlazados por ligamentos de paz.

Esto es gracia, esto es posible para aquel que ha recibido y entendido la gracia. Como decía Jesús a Nicodemo:

De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Jn 3:3

De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Jn 3:5

Algunos no pueden ver esto, otros no pueden entrar a esa gracia a este estilo de vida, quizás, quizás, porque realmente no han nacido de nuevo, porque no han entendido, porque la semilla no cayó en buena tierra, porque no hay fruto, porque las pruebas, persecuciones, la vanagloria, el mismo Diablo, puede mucho más.

El que ha nacido de nuevo, ha recibido la gracia, ha sido sembrado en buena tierra y entiende, da fruto, vive, anda como es digno, como dice 1 Jn 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 

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Rafa Boix

 

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