EL TREN ESTÁ EN MARCHA

El tren está en marcha.

En todo trayecto de tren, hay estaciones donde el tren se detiene. La estación del resentimiento, la estación de la falta de perdón, de la comodidad, la pereza o el aún no es mi tiempo. La estación del «deberíamos hacer esto u lo otro». La estación del «no estamos preparados o nos falta algo». La estación de la queja, el juicio, etc. Tantas y tantas paradas donde la gente se estaciona para quedarse sin subir al tren durante mucho tiempo. Tiempo que el tren ha quedado parado en alguna o todas esas estaciones esperando que las personas se decidan a subir, a abandonar por fin esa parada, ese recuerdo, ese daño, esa queja, ese mal entendido, y el tren continúa parado, esperando, sin avanzar, por si alguno decidiera abandonar su triste parada y continuar el viaje al crecimiento, a la comunión con Dios y con el resto de pasajeros. El tren está detenido, repleto de pasajeros que pacientemente esperan que otros se decidan subir. Pasajeros que se ven detenidos en una parada u otra durante tiempo y tiempo por aquellos indecisos que ni suben ni quieren que el tren continúe sin ellos. Pero el tren, está en marcha. No se puede detener. No hay más paradas, salvo para aquellos que suben por primera vez, que comienzan su viaje. El tren está en camino. Lleno de pasajeros expectantes con el viaje, con los pasajeros que conoceran durante el trayecto, con los retos, los túneles oscuros, las dificultades, los pasajeros que subirán por primera vez. El camino es largo. Hay muchas paradas, pero no se detendrá más en los viejos recuerdos, en el «antes era mejor», en el «no me gusta esa visión». El tren ya esperó y esperó, pero ahora sigue su camino parando a recoger a aquellos que con desespero quieren empezar, emprender una vida abundante, comenzar de nuevo. Esta lleno de ilusión, de aventura, de proyectos, esperando recoger en cada parada a aquellos que se decidieron a subir, a avanzar, a perdonar, a olvidar, a crecer, a amar, a contribuir. ¿Eres tú uno de ellos? El tren está en marcha, próxima parada: Restauración. Siguiente parada: Compromiso > Servicio > Cuenta conmigo > Somos un Cuerpo > Ganemos esta ciudad…

El tren está en marcha, ¿te subes?

Así que dejemos de repasar una y otra vez las enseñanzas elementales acerca de Cristo. Por el contrario, sigamos adelante hasta llegar a ser maduros en nuestro entendimiento. No puede ser que tengamos que comenzar de nuevo con los importantes cimientos acerca del arrepentimiento de las malas acciones y de tener fe en Dios. Ustedes tampoco necesitan más enseñanza acerca de los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. Así que, si Dios quiere, avanzaremos hacia un mayor entendimiento.
Hebreos 6:1‭-‬3 NTV

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