ADULTEROS Y ENEMIGOS DE DIOS (Rafa Boix)

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INTRODUCCIÓN

Descripción de Adulterio: Alterar o eliminar la calidad y pureza de una cosa añadiéndole algo que le es ajeno o impropio. Alterar o falsear el sentido auténtico de una cosa o la verdad de un asunto.

Etimología: El sentido originario de adulterare no es moral ni de cometer adulterio. Lo que el verbo indica es llevar cualquier cosa hacia la naturaleza de otra completamente distinta a ella, con el objeto de falsificarla. El verbo significó en origen simplemente falsificar, alterar, y de ahí corromper algo. Mucho más tarde pasó al significado moral de adulterio. Y el adjetivo adulter, del que en concreto viene adúltero, no sólo designa al que rompe la fidelidad conyugal, sino también a un amante cualquiera con el que no media una relación formalizada, o a un corruptor de las costumbres, engañoso o falsificador moral.

Teniendo en cuenta estas descripciones de ADULTERIO, me pregunto ¿Podemos convertirnos en adúlteros espiritualmente hablando? ¿Estamos corriendo ese riesgo? Si Adulterar es llevar cualquier cosa hacia la naturaleza de otra completamente distinta a ella, con el objeto de falsificarla y habiendo recibido una Nueva Naturaleza en Cristo, ¿estamos queriendo adoptar o aparentar otro tipo de naturaleza basada en los argumentos de este mundo con el fin de que no nos vean tan diferentes?

Habiendo recibido una Nueva Naturaleza pagada con la Sangre de Cristo, ¿estamos deseando, coqueteando con cosas, actitudes, pensamientos que no tienen que ver con la naturaleza que hemos recibido?

 Santiago 4:1-10

 I. EL ESCENARIO DEL MUNDO

Guerras, pleitos, pasiones desordenadas, codicia, homicidio (odio), envidia, luchas, oraciones egoístas, deleites fuera de la voluntad de Dios.

Los versículos 1 al 3 nos hablan de un escenario que describe sin ninguna duda la sociedad a la cual pertenecemos.

A. GUERRAS Y PLEITOS que se manifiestan en iglesias entre hermanos o entre pastores por cosas sin sentido y sin gran importancia. La iglesia que debería estar luchando contra principados y potestades está destruyéndose a sí misma con divisiones internas por haber dado lugar a nuestras propias pasiones sin sentido.

El cristiano de hoy corre el serio peligro de acostumbrarse a este panorama. Las continuas noticias sobre las diferentes guerras en el mundo; los pleitos familiares entre padres e hijos, matrimonios, mujeres asesinadas por el odio, la envidia o los celos; las luchas entre los propios partidos políticos, la corrupción moral en todas las esferas.

En medio de todo esto está la Iglesia, estamos usted y yo y corremos el peligro de acostumbrarnos, de verlo como normal. ¡¡Muchos ya han adoptado esa actitud!! Sólo se sientan a contemplar impasibles  lo que sucede en el mundo sintiéndose impotentes o indiferentes.

Esto me recuerda al pueblo de Israel cuando estaba cautivo en Babilonia, en medio de una nación corrupta donde era normal la idolatría, la hechicería, el soborno, los pecados sexuales y el hallar rápidas respuestas a apetitos de la carne. Personas como Daniel lucharon por no contaminarse, pero otros acabaron siendo arrastrados por la corriente.

1ª Co 2:12 Nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo…” pero sin embargo ya son muchas las congregaciones, denominaciones enteras, movimientos cristianos que en su inicio comenzaron bien y que ahora están siendo influenciados  por este espíritu mundano de codicia, de pasiones desordenadas y de pleitos.

V.3) Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

B. LA BÚSQUEDA DEL DELEITE

Las oraciones que caracterizaban a la iglesia cuando clamaba por las almas, por la necesidad de arrepentimiento, de una visitación de Dios poco a poco están siendo sustituidas por oraciones egoístas cuyo único fin es satisfacer nuestros propios deleites.

Montones de predicadores están alentando a la Iglesia a pedir, a reclamar a Dios, a decretar y confesar prosperidad, un mejor coche, un mayor sueldo, un mejor nivel de vida. El deseo por estas cosas, la corrupción de la sociedad, de nuestros líderes políticos, el espíritu de este mundo está llevando a muchos “ministros”, predicadores o creyentes a adoptar este estilo de vida dentro de sus iglesias u organizaciones cristianas.

Por todos los medios se les repite una y otra vez a nuestros jóvenes que Dios quiere y puede cumplir nuestros sueños. Dios puede por supuesto, pero pedimos y no recibimos porque nuestras oraciones se basan en nuestros propios deleites, en nuestros sueños y no en los de Dios.

1ª Co 2:12 “Nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo…” Pero corremos el riesgo de ser arrastrados, seducidos, por la “normalidad”, por la cotidianidad de lo que está ocurriendo.

(4) ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

II. LA AMISTAD CON EL MUNDO

Podemos entender lo que está ocurriendo en el mundo, las guerras, pleitos, envidias con todo lo que esto conlleva. No nos conformarnos (Ro. 12:2), pero si podemos llegar a entenderlo.

Pero lo que no puedo llegar a comprender es como estas cosas pueden estar dándose dentro del marco de la Iglesia, de la vida cristiana de muchos creyentes que domingo tras domingo se congregan para adorar a Dios y escuchar su Palabra pero sus vidas no son cambiadas, transformadas, llevadas a un deseo vehemente de ser como Cristo y cada vez menos como este mundo.

Personas que supuestamente han nacido de nuevo, han adoptado o recibido una nueva naturaleza nutrida por el Espíritu de Dios que mora dentro de ellos.

Santiago, inspirado por el Espíritu Santo resuelve que el hecho de que estas cosas ocurran dentro de la iglesia y de la vida de tantos creyentes es el resultado de una amistad con el mundo, de un intento de afiliación, de una atracción que no viene de Dios, sino como dice Pablo a los Efesios; son cosas que pertenecen a cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, y seguíamos la corriente de este mundo… (Ef 2:1-2).

Definición: La amistad  es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida. La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes al igual que confianza mutua.

Griego: Filia: Mucho cariño. Esta es la única vez que se menciona esta palabra en el Nuevo Testamento, pero viene de Filios que sí aparece 29 veces y hacer referencia a:

– La amistad que se creó entre Pilatos y Herodes en Lucas 23:12

– La amistad entre Lázaro y Jesús en Jn 11:11

– La amistad descrita en Juan: 15:13-15 una amistad dispuesta a dar la vida, una amistad entre Jesús y nosotros.

La amistad del creyente con el mundo nace “cuando se encuentran inquietudes y sentimientos comunes al igual que confianza mutua.”

Como creyentes, estamos tan acostumbrados a lo que ocurre a nuestro alrededor, que hemos normalizado la idea de que podemos ser amigos del mundo, de sus conceptos, de sus ideas, de sus programas, de su manera de pensar o conseguir las cosas sin que esto afecte a nuestra relación con Dios.

A. ADULTERIO

Pero la Biblia sólo tiene un nombre y una descripción para tales creyentes: ¡¡Adúlteros y enemigos de Dios!!

Del griego: Moijós: Adúltero, con la connotación de amante. ¡¡No podemos amar al mundo porque ya tenemos un Amado!! Enseñamos en nuestros discipulados que tres son los enemigos del creyente: Satanás, nuestra carne y el mundo, y nosotros, la Iglesia, queremos amarlo. Enseñamos que Jesús venció al mundo y nosotros queremos ser amigos de él.

(4) ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

B. ENEMISTAD CON DIOS

Enemistad contra Dios: ejdsrós: viene de la palabra éjdso  (odiar); odioso (pasivamente odioso, o activamente hostil); por lo general como sustantivo, adversario (específicamente Satanás):- enemigo.

– Es exactamente la misma enemistad contra Dios que produce los deseos de la carne según Romanos 8:7  Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios;

– Es la misma enemistad que menciona Pablo en Gálatas 5:20 como obra de la carne, que al practicarla nos impide heredar el Reino de Dios.

– Es la misma enemistad que existía entre el pueblo de Israel y los gentiles antes de la muerte de Cristo según Ef 2:15-16. Los gentiles eran tratado por los judíos como perros o aún peor.

– Es la misma enemistad que la Biblia usa para referirse al Diablo como nuestro enemigo según Mt 13:39; Lc 10:19

– Es la misma enemistad de aquellos que serán puestos por Dios bajo los pies de Jesús según Mt 22:44; Mr 12:36; Lc 20:43; Hch 2:35; 1 Co 15:25; Heb 1:13; 10:13

Es el tipo de enemistad con la que describe Pablo al Mago Elimas quien procuraba torcer los caminos del Señor y quedó ciego en Hch 13:10

– Es el tipo de enemistad con la que se nos describe a nosotros cuando aún no habíamos entregado nuestra vida a Cristo según Ro 5:10; Col 1:21

– La propia muerte es descrita con esta misma palabra de enemiga en 1 Co 15:26

– Es el tipo de descripción que Pablo da a los que son considerados enemigos de la Cruz según Filp 3:18

(4) ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Como lo es el mismo diablo, como lo éramos antes sin Cristo, como lo era el pueblo gentil ante los Israelitas, como los aquellos que aborrecen la Cruz, como lo es nuestra carne y el Espíritu o como lo podría ser cualquiera que practica la magia y pretende trastornar los caminos de Dios.

1º Co 2:12 Nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que procede de Dios.

 2 Co 6:14  No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

Amistad con el mundo: Usa la palabra Kosmos: mundo (tierra) como personas. Evidentemente no se trata de no amar la tierra, pues es creación de Dios, ni tampoco de no amar a la gente pues Dios ama a todos por igual. Así que por lógica, lo que Dios prohíbe y llama como adulterio y enemistad contra Él es la amistad o asociación con aquello que Dios aborrece o no es conforme a su voluntad.

Las guerras vistas como necesarias o justificadas por ciertos grupos cristianos por cuestiones patrióticas; la muerte como modo de castigo; la libertad o libertinaje que se le quiere enseñar a nuestros hijos; la aceptación del matrimonio homosexual; el hedonismo, la búsqueda del placer o felicidad por encima incluso de los Mandamientos de Dios, el cumplimiento de nuestros sueños o nuestra propia realización a toda costa, etc. Todo esto es considerado por Dios como un amor o asociación adúltera contra Él, una enemistad a toda regla contra Dios y Su Palabra.

A menudo criticamos y juzgamos al pueblo de Israel por su rebeldía en el A.T., y adoptamos un comportamiento similar. Un pueblo que ha sido llamado a ser santo, apartado quiere ser como el resto de las naciones y termina perdiendo su propósito.

Mt 5:13-14 se refiere a nosotros como la sal y la luz de este mundo, pero corremos el riesgo de perder la capacidad de dar sabor y de alumbrar.

(5) ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?

III. EL ANHELO DEL ESPÍRITU SANTO

Anhela: epipodséo: de podséo (anhelar); dotar, anhelar intensamente.

Dicc.: Tener ansia o deseo vehemente de conseguir algo. Respirar con dificultad.

¿Qué significa esto? ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué nos está queriendo decir el Espíritu Santo por medio de Santiago?

Para entender el tipo de anhelo que el Espíritu Santo quien es perfecto, siente por nosotros, tenemos que compararlo con el anhelo que personas imperfectas llegaron a sentir hacia Dios:

A. DAVID: Salmo 63:1  Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas.

  • Anhela: kamáj:raíz primaria; languidecer (Perder [una persona o una cosa] la fuerza, el vigor o la lozanía) por:- anhelar.

Lugar: ¿Dónde se encontraba David cuando entonó este salmo? David estaba en el desierto de Judá. Todos sabemos lo que significa estar en un desierto:

  • Extremas temperaturas de frio y calor
  • Falta de recursos
  • Exposición a los peligros

Los lugares más extremos por los cuales Dios nos permite pasar pueden producir en nosotros una pasión y un anhelo por Dios como en ningún otro lugar.

Situación: David huía de su hijo Absalón. Pero hasta aquí David ya había vivido una serie de circunstancias extremas: Hasta aquí David experimentó el menosprecio de su familia, la persecución de Saúl, el rechazo de los filisteos; la muerte de Jonatán, su pecado con Betsabé; la amonestación de Natán; la muerte de su hijo; el incesto en su familia; la muerte de otro hijo por manos de Absalón; y ahora la rebelión de su hijo Absalón quien quería matar a su padre David.

¿Y qué sale de todo esto? ¿Amargura, odio, dolor? Lo que sale es una de las más profundas oraciones de David: Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas.

B. LOS HIJOS DE CORÉ: Salmo 84:1-2¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos! Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

Aquí la palabra anhelar es diferente al salmo de David.

Anhela: kasáf: raíz primaria; propiamente (Ponerse pálido; padecer una disminución o atenuación de su importancia o esplendor).

¿Quiénes eran los hijos de Coré? Su padre fue un levita de la familia de Coat que se rebeló contra el liderazgo de Moisés y de Aarón, junto con Datán y Abiram (como lo leemos en Números 16:1 en adelante), exigiendo el sacerdocio para ellos.

No todos los días uno ve la tierra abrirse y tragarse a tu familia y sin embargo el concepto que estos hijos tenían de Dios era como dice el Salmo 84 (NTV):

Qué bella es tu morada, oh SEÑOR de los Ejércitos Celestiales. Anhelo y hasta desfallezco (Quedar sin fuerza o energía física y estar a punto de desmayarse) de deseo por entrar en los atrios del SEÑOR. Con todo mi ser, mi cuerpo y mi alma, gritaré con alegría al Dios viviente.

  • David describió suanhelo como languidecer, perder la fuerza o el vigor. Anhelar a Dios con todo su cuerpo, con toda su mente y todo su ser lo cual implicaba sus pensamientos y emociones.
  • Los hijos de Coré describieron suanhelo como palidecer, atenuarse, como un deseo ardiente similar a cuando uno agoniza o está a punto de desmayar por quedarse sin fuerzas o vigor.

El anhelo que sentía David y los hijos de Coré casi se nos escapa de nuestro entendimiento, pero escuchar que el Espíritu Santo nos anhele celosamente… Celosamente, palabra que en el griego aparece 9 veces en la Biblia y 8 tienen que ver con envidia.

El Espíritu Santo siente envidia hacia nosotros, ¿qué quiere decir esto?

La envidia es definida por el Drae como: Tristeza o pesar del bien ajeno, deseo de algo que no se posee…

Es Espíritu Santo ve la amistad, la asociación que tenemos con este mundo, las cosas en común, nuestros pensamientos que en la mayoría del tiempo están cargados con cosas, sueños, sentimientos y deseos del mundo…. Y siente envidia, celos, tristeza porque desearía que sintiéramos por Él, lo que sentimos por el mundo, o por nuestra propia vida. Envidia, desea algo que el mundo posee y Él no… nuestro corazón, nuestros deseos, nuestros pensamientos.

CONCLUSIÓN

Teniendo en cuenta lo que significa anhelar y la manera en la que describió David su anhelo y también los hijos de Coré, lo que este texto de Santiago significa es lo siguiente:

Que el amor que el Espíritu Santo siente hacia ti, hacia mí, es tan fuerte, tan intenso, tan extremo, que ocupa todos sus pensamientos, todas sus emociones y toda su voluntad. El Espíritu Santo te ama tan intensamente que si pudiera, agonizaría, languidecería. Y de hecho fue precisamente lo que Jesús hizo por ti, por amor agonizó, languideció y murió de la manera más horrorosa para que llegaras a desearle por encima de cualquier otra cosa incluso de tu propia vida.

Si el anhelo de David y de los hijos de Coré, simples humanos sujetos a un sinfín de sufrimientos fue descrito como languidecer, perder la fuerza, el vigor, ocupar toda la mente y las emociones, palidecer, sentir un deseo ardiente y estar a punto de desmayar por quedarse sin fuerzas o vigor.

Si esto describía el anhelo de David y los hijos de Coré ¿Qué siente el Espíritu Santo por nosotros al decirnos que nos anhela intensamente o celosamente?

Todo lo que hay en su mente, somos tú y yo. Todo lo que hay en su corazón somos tú y yo. Esto debería provocar en nosotros un amor mayor hacia el Espíritu Santo. Y sin embargo, muchas veces estamos dispuestos a cambiarlo por otro tipo de amor, por un amor al mundo, a sus prácticas, a sus deseos. Con cuánta razón Dios lo llama enemistad y adulterio. Dejemos de comportarnos como amantes del mundo y hagamos un compromiso serio con nuestro Amado, con aquel que dio su vida por nosotros.

1Jn 2:15 No amen este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea. Pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.

 

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